Pulso Económico
¿Nuevo Corto en Puerta?
Por: Jonathan Heath®
El Banco de México ha aumentado el corto seis veces en el transcurso del año para tratar de desacelerar la actividad económica. No obstante, el dinamismo no parece ceder y se habla de la necesidad de otro apretón. Pero hay quien insiste en que no funciona el corto, que es necesario un instrumento monetario más efectivo y una mayor restricción fiscal.
Desde abril, el Banco de México ha advertido sobre los peligros de crecer a un ritmo demasiado elevado, ya que tarde o temprano van a surgir mayores presiones inflacionarias y una aceleración del déficit comercial. El aumento de los salarios reales, la baja en el desempleo abierto, el ritmo de crecimiento del consumo y el incremento de las importaciones de bienes de consumo, han confirmado las sospechas del Banco Central. Como consecuencia, las autoridades monetarias han apretado la política monetaria, para tratar de enfriar la actividad económica.
Originalmente se esperaba que el crecimiento del PIB disminuyera por debajo de 6.0 por ciento en el tercer trimestre. Sin embargo, el INEGI reportó un aumento de 7.0 por ciento, lo cual refleja una desaceleración casi imperceptible. Dada la evidencia de mayores presiones inflacionarias en los últimos meses, el Banco de México aumentó el monto del corto en octubre y en noviembre, en busca de una mayor desaceleración. No obstante, los primeros datos disponibles para el cuarto trimestre sugieren que la actividad económica mantiene inalterado su ritmo de expansión.
Si analizamos la tendencia del indicador global de la actividad económica mensual (IGAE), podemos observar una desaceleración marginal que empieza en mayo, pero que parece interrumpirse a partir de agosto. Desafortunadamente, el INEGI ha rehusado reportar el IGAE de septiembre, lo cual deja un boquete importante en la información. Sin embargo, una interpolación simple de los datos parece sugerir que el IGAE aumentó alrededor de 7.4 por ciento en el mes, que de ser cierto significa que se confirma el cambio de tendencia de agosto, por lo cual se desvanece la anhelada desaceleración.
El viernes pasado, la ANTAD reportó que las ventas en tiendas departamentales en octubre crecieron 9 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado. Sin embargo, al ajustar por fines de semana (cuando aumentan las compras) y otros factores estacionales, resulta que las ventas de octubre son muy parecidas a las de septiembre y superiores al promedio observado en la primera mitad del año. Como consecuencia de más empleo y mejores salarios, los comerciantes han percibido un aumento en el poder adquisitivo de la población y esperan un muy buen cierre de año.
La AMIA informó que la producción total de vehículos aumentó 50 por ciento en octubre con relación al año pasado, en lo que parece ser un adelanto en la producción de vehículos para exportación. Los expertos de la industria esperan que las ventas se mantengan al mismo ritmo en el último trimestre del año, por lo que no se espera una desaceleración de este sector.
El INEGI anunció que la tasa de desempleo abierto en octubre fue de 1.97 por ciento, la más baja en la historia del indicador. Para el mismo mes, el IMSS comunicó que el número de trabajadores con cobertura aumentó 5.3 por ciento. Esto significa que el empleo sigue en aumento, lo cual sugiere que el consumo privado mantendrá su ritmo.
La información preliminar de la balanza comercial de octubre señala que las importaciones de bienes de consumo crecieron 35.9 por ciento, ligeramente superior al 34.7 por ciento del mes anterior. Igual a los datos anteriores, esta cifra confirma que la demanda agregada en octubre no presenta signo alguno de desaceleración.
Los datos de inflación de las últimas tres quincenas han sido mayores a lo que se esperaba, lo cual ha afectado negativamente las expectativas para los siguientes meses. La inflación anual de la primera quincena de noviembre (con respecto a la misma quincena del año anterior) fue de 8.92 por ciento, superior a la de la última quincena de septiembre (8.75 por ciento), que fue el punto más bajo de la inflación en lo que va del año. De confirmarse el aumento de 33 por ciento en el precio del Metro en diciembre, podríamos esperar que la inflación de diciembre también será mayor a la del año pasado.
Todos estos datos han hecho pensar a mucha gente que es posible que el Banco de México anuncie otro aumento en el corto antes de terminar el año. Sin embargo, habría que considerar que el efecto del corto sobre la actividad económica no es inmediato, sino que actúa con rezago. Intuitivamente, podríamos pensar que el efecto se empieza (apenas) a sentir a partir de tres meses, pero su efecto total tardará de un año y hasta posiblemente año y medio. Esto significa que el impacto más importante de los seis cortos de este año se podrán sentir hasta el segundo trimestre del año entrante.
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