martes, 5 de diciembre de 2000

¿Cambio con o sin Cambio?

 

Pulso Económico


¿Cambio con o sin Cambio?


Por: Jonathan Heath®


El Presidente Vicente Fox ha prometido ortodoxia en el manejo de las finanzas públicas y la estabilidad macroeconómica y heterodoxia en la búsqueda de la equidad y la construcción del progreso.  Sin embargo, hay quienes dudan que sea conciliable una política social más generosa con la idolatría de las variables macroeconómicas.

A pesar de ser el Presidente del país, Ernesto Zedillo nunca destacó como político.  Tuvo logros políticos, como la reforma electoral de 1996 y la transición pacífica de una administración a otra.  Seguramente se le acreditará como el que consolidó la apertura democrática en el país al permitir la alternancia en el poder.  No obstante, como Presidente fue más bien un buen economista.

Ahora sí llega al poder un verdadero político.  Vicente Fox será administrador de empresas y tendrá experiencia empresarial que seguramente utilizará en el manejo de la presidencia.  Sin embargo, destaca mucho más su manejo político que su visión de negocios.  Su discurso de toma de posesión fue un ejemplo extraordinario de esta habilidad.  Como buen político, supo decir lo que la mayoría quería escuchar.  Pareció tener una respuesta para cada inquietud.  Tal como deber hacer un político, terminó por elevar el optimismo y la esperanza de la nación.  Rompió formas y demostró un estilo muy distinto de gobernar, que únicamente no le gustó al 6 por ciento de la población (según una encuesta de Reforma).

Si analizamos el discurso de Fox, toma muchas posturas que tendríamos que identificar de izquierda.  Pone mucho énfasis en la equidad, la distribución del ingreso y la reducción de la pobreza.  Dejó bien claro que no privatizará PEMEX y la CFE.  Se comprometió con la educación laica y gratuita, inclusive para las universidades públicas.  Dijo que no dejará al individuo solo, dando a entender que el mercado no puede solucionar todos los problemas.  Aseguró que su gobierno será para las mayorías y no para las élites como fue en el pasado.  Seguramente hubo más que un miembro del ala tradicional del PAN que brincó al oír estas propuestas.

Resulta interesante la reacción del PRD, que no puede concebir que un Presidente emanado de un partido de derecha adopte como propios los principios de la izquierda.  Actúa como si tuviera un monopolio ideológico, que significa que únicamente las propuestas para lograr una mayor equidad son válidas si provienen de la izquierda.  Si Fox promete velar por los intereses de los pobres, seguramente es un engaño, ya que no es consistente con el discurso tradicional de la derecha.  Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador dijo que con su opción política, tiene todo el camino por delante debido a que ahora México tiene en la Presidencia un gobierno conservador, claramente identificado con la derecha, sin matices y sin tapujos.

También llama la atención la reclamación de algunos Diputados del PRI, que exigen que se repita la ceremonia de rendición de protesta.  Fox amplió el texto de la protesta que establece el Artículo 87 constitucional al incluir la frase “por los pobres y marginados de este país”.  No obstante, el enojo del PRI parece radicar más bien en que Fox toma como propio el compromiso de velar por los pobres y los marginados.  El PRI quiere reclamar la propiedad intelectual de la idea, ya que José López Portillo les pidió perdón hace 24 años en su discurso de toma de posesión.

Sin embargo, tampoco podemos argumentar que el discurso fue eminentemente de izquierda.  Habló de iniciar una segunda desregulación para incrementar la competitividad de las empresas.  Su reforma fiscal propone eliminar las exenciones del IVA y asegurar el equilibrio en las finanzas públicas.  Reitera la importancia de abatir la inflación y mantener el régimen cambiario de flotación.

Pero independientemente de lo anterior, lo que más asegura cierta continuación de las políticas del pasado es la designación de Francisco Gil Díaz en la Secretaría de Hacienda.  Significa que no desestima la importancia de las variables macroeconómicas y los grandes esfuerzos por estabilizar al país.  Ahora Gil Díaz confirma que no habrá golpes de timón con los nombramientos que hace en las diversas subsecretarías.  Para la Subsecretaría del Ramo, está Agustín Carstens, quien era hasta la semana pasada el representante de México ante el Fondo Monetario Internacional en Washington.  Era considerado como protegido de Miguel Mancera y por lo mismo, llevaba una de las carreras ascendentes más rápidas en el Banco de México.  Es un brillante economista de corte totalmente neoliberal.

En la Subsecretaría de Egresos ha puesto a Carlos Hurtado, quien fungía como Jefe de Asesores de Ernesto Zedillo.  Él, que manejará el presupuesto de egresos de la nación y por lo tanto, será responsable de plasmar las prioridades del gasto de Fox en las finanzas públicas, proviene del proyecto Solidaridad de Carlos Salinas.  También es un economista brillante y de corte neoliberal.

Lo que plantea Fox difícilmente se puede catalogar como algo “claramente identificado” con la derecha o la izquierda.  Simplemente no proviene de la geometría política, sino nace del pragmatismo puro.  Existen ideas tanto de un lado del espectro como del otro, pero que sin importar su origen, forman el conjunto de las ideas propuestas.  Parece que tenemos un Presidente que sabe escuchar tanto los problemas como las posibles soluciones y ha escogido lo que puede funcionar, sin importar autoría alguna.  En este sentido, su propuesta se parece mucho más a lo que pretendía ser la tercera vía europea.

Los partidos políticos han manifestado sus molestias en buena medida por esta falta de pureza ideológica de la plataforma de Fox.  ¿Cómo puede funcionar una política social más generosa, que efectivamente busca la justicia social, en un marco de finanzas públicas sanas?  ¿Cómo se atreve a proponer una desregulación y al mismo tiempo, una lucha frontal contra la pobreza?

Hasta ahora todo apunta a que el discurso de Fox es popular, más no populista.  Sin lugar a dudas, experimenta con nuevos paradigmas, que de funcionar no solamente marcarán nuevas pautas, sino que además servirán de base para que todos los partidos políticos reconsideren sus propuestas y posiciones ideológicas.  Definitivamente representa el cambio, pero todavía no sabemos si es un cambio con o sin cambios.


Comentarios al Email: heath@infosel.net.mx


No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Marcha de la Economía

  Pulso Económico La Marcha de la Economía Por: Jonathan Heath ® Las autoridades monetarias han manifestado su preocupación por los efectos ...