jueves, 28 de agosto de 1997

El Crecimiento y la Inflación para 1997

 

Pulso Económico


El Crecimiento y la Inflación para 1997


Por: Jonathan Heath


La semana pasada se dio a conocer al público que la actividad económica del País (PIB) había crecido 8.8 por ciento durante el segundo trimestre del año.  Junto con el 5.1 por ciento del primer trimestre, resulta ue la primera mitad del año vio una expansión de 7 por ciento.  La simple aritmética nos dice que con un crecimiento promedio de 5 por ciento durante la segunda parte el año, nos dará un incremento del 6 por ciento para el año.  Aunque tuvimos una tasa de crecimiento promedio anual por encima del 6 por ciento por un periodo de 40 años (de 1941 a 1981), ésta sería la primera vez que volvemos a observar el anhelado 6 por ciento desde 1981.

Definitivamente, se tiene que ver este resultado como positivo.  A pesar de las críticas de los partidos de oposición es mejor un crecimiento más elevado que uno menor.  Simplemente, significa que en promedio en el País hay más producción de bienes y servicios que antes.  Inclusive, los datos desagregados confirman que la recuperación se extiende ahora a todos los sectores de la economía.  Si es que se quieren generar más empleos, resarcir el poder adquisitivo de la clase obrera y aumentar el bienestar de la población, un buen primer paso en el crecimiento económico.

Aun en el caso de que la mayor parte del crecimiento tenga su origen en el sector exportador, la economía interna saldrá beneficiada dado que los trabajadores de estas empresas tienen más trabajo y mejor sueldo.  Ellos saldrán a comprar más productos, generados a su vez una mayor demanda de bienes y servicios, Esto se llama el efecto multiplicador.  En el mismo sentido saldrán beneficiados los pobres, en la medida en que aumente la recaudación del Gobierno y exista más gasto social.

No obstante, debemos tener cuidado al analiza estos datos y prevenir el futuro desempeño de nuestra economía.  Sería un error extrapolar el crecimiento actual  esperar que vamos a observar tasas elevadas de aquí en adelante.  Por lo mismo, resulta importante entender de dónde viene esta tasa tan elevada.

Primero está el efecto estacional que tanto se ha comentado.  Esto es muy simple.  Enfoquémonos en el crecimiento del 7 por ciento para todo el primer semestre, en vez del 8.8 por ciento del segundo trimestre.  De esta forma, ya casi no existe el peligro de este sesgo.

Segundo, existe un fenómeno estadístico al comparar la producción actual contra los trimestres anteriores, dado que tienen un base más reducida por la recesión de 1995.  Poco a poco se irá eliminando este efecto, dado que estaremos comparando el crecimiento futuro contra 1996 cuando ya empezó a recuperarse la economía.  Por ejemplo, el segundo trimestre del año entrante lo estaremos comparando con el de este año, que tuvo un desempeño sumamente favorable.

Tercero, siempre que una economía sale de una recesión existe un periodo de alto crecimiento antes de que se registren tasas más similares a un desempeño normal.  Esto resulta por el papel que juegan los inventarios de las empresas.  Durante la recesión, como forma de reducir gastos y lidiar mejor con los efectos nocivos de un mercado deprimido, los empresarios reducen su producción, abasteciendo sus ventas a través de una reducción de sus inventarios.  Por lo mismo, cuando salen de la recesión y sienten un mercado fortalecido, aumentan su producción más allá de lo necesario para sus ventas, para poder reconstruir sus inventarios.  Como resultado, se observa un crecimiento elevado por un periodo de tiempo, hasta que sus inventarios llegan de nuevo a los niveles deseados.  A partir de ese momento, el crecimiento se reduce a una tasa que se puede sostener a través del tiempo, que seguramente será entre el 4 y 5 por ciento.

Cuarto,aunque su peso en la economía es menor, la producción agrícola tuvo un desempeño extraordinario, incluyendo cosechas récord en varios productos como el maíz.  Sin embargo, el desempeño de este sector es muy errático y difícil de anticipar.  Su comportamiento no obedece a los mismos factores que explican la industria o el comercio.  Igual como tuvo un crecimiento elevado este trimestre, puede presentar una caída el próximo.  En esta ocasión tuvimos la suerte de que coincidió con el resto de la economía, pero no tiene por qué continuar así.

Otra inquietud que ha aparecido, a raíz del crecimiento tan elevado del segundo trimestre, es si no empezarán a manifestarse presiones inflacionarias como resultado d un sobre calentamiento de la economía.  Esta es una preocupación infundada, dado que existe todavía una gran proporción ociosa de la capacidad instalada de las empresas.  A medida que siga creciendo la actividad económica, simplemente será reduciendo la capacidad ociosa.  Por otro lado, actualmente la economía es muy abierta por lo que la oferta agregada se puede incrementa fácilmente a través de mayores importaciones.

La única parte de la economía que se encuentra más cerca de una plena utilización de su capacidad instalada es el sector exportador.  Sin embargo, este sector no puede incrementar sus precios tan fácilmente porque se encuentra restringido a la competencia mundial.  De todos modos, son los exportadores los que más están invirtiendo actualmente para incrementar su capacidad y no perder su mercado.

Esto significa que la tendencia a la baja en la inflación debe mantenerse.  Con los resultados de inflación hasta la fecha, los precios han aumentado 19.25 por ciento hasta la primera quincena de agosto, con respecto a la misma quincena del año anterior, cuando faltan 9 quincenas para concluir el año.  A estas fechas se ve que la inflación quedará por debajo del 17 por ciento a fin de año y pudiera llegar muy cerca de la meta original del 15 por ciento que puso el Banco de México a principios de año.

A estas alturas, el factor principal que determinará la inflación final será el aumento en los precios públicos.  Dependiendo de cuánto y cuándo aumenten las tarifas eléctricas, el precio de la gasolina y los salarios mínimos, principalmente, junto con los precios de algunos otros bienes (como la tortilla que ya aumentó), quedará la inflación.

Si el Gobierno decide aumentar estos precios a partir de enero, la inflación de 1997 podrá quedar alrededor de 15.5 por ciento, bastante cerca de la meta.  En cambio, si los aumentos se deciden para antes, ya sea a partir de diciembre o inclusive a mediados de noviembre, entonces la inflación terminará más alta.  Dependiendo del monto otorgado, la inflación podría terminar entre 16 y 17 por ciento.

Esto es suponiendo que se mantenga la estabilidad en el tipo de cambio,que se ha observado hasta ahora.  Pero bueno, ése es otro tema que pronto discutiremos de nuevo.


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lunes, 25 de agosto de 1997

¿Dónde está la Prometida Autonomía del INEGI?

 

Pulso Económico


¿Dónde está la Prometida Autonomía del INEGI?


Por: Jonathan Heath


Hace una semana, el INEGI dio a conocer la noticia de que la actividad económica había crecido 8.8 por ciento durante el segundo trimestre del año.  A pesar de que es un noticia fundamentalmente buena, existe la necesidad de una reflexión en el cómo se dio a conocer el dato.

Fue muy obvio que el INEGI le encontró al juego político de tratar de utilizar la información económica para contrarrestar noticias negativas.  Divulgó el dato del PIB un día antes de lo programado, sabiendo que el anuncio de un crecimiento muy positivo iba a equilibrar la deplorable noticia del asesinato del hermano mayor del secretario de Hacienda el sábado anterior.  Ante el temor de que los inversionistas vendieran acciones y valores gubernamentales como reacción a la posibilidad de que el asesinato tuviera motivos políticos, el INEGI violó su propio calendario de divulgación en espera de que los inversionistas reaccionaran positivamente y los mercados financieros se salvaran de una sacudida mayor.

En principio, funcionó.  Utilizando al mercado bursátil como indicador del nerviosismo de los inversionistas, pudimos observar que abrió con una marcada tendencia a la baja.  Al difundirse la noticia del INEGI, el índice de cotizaciones reaccionó como se esperaba y empezó a crecer de nuevo.  Sin embargo, la utilización de información económica para el manipuleo político es una práctica que debería de haber quedado en el pasado.  Aquí se mostró una vez más por qué es necesario que el INEGI sea un organismo autónomo y no dependa de la Secretaría de Hacienda.

En los Estados Unidos, al igual que en la mayoría de los países desarrollados, la divulgación de información económica obedece a un calendario riguroso, en el que se establece con toda claridad no solamente el día exacto de su difusión, sino hasta la hora precisa del día.  En el mundo de la finanzas, la información es un bien cotizado que puede otorgar ventajas a las personas que lo conozcan primero.  Por lo mismo, este tipo de información se maneja en forma muy transparente y en circunstancias iguales para todos.  Inclusive, es penado legalmente por la autoridades realizar operaciones con información privilegiada.

Con reglas claras, todos los usuarios de la información saben exactamente l día y la hora de su difusión,  sin embargo, al otorgar la información por adelantado, se privilegia a los más atentos y se crean situaciones injustas, que en términos financieros se llama arbitraje.  El calendario de divulgación se debe respetar al pie de la letra y su violación debería estar sancionada por la ley.  Sin embargo, la Secretaría de Hacienda en juez y parte y por lo mismo, no puede emitir un juicio imparcial.

Al dar a conocer información antes de lo establecido, el INEGI pierde la imparcialidad que lo debería de caracterizar.  En especial, tratándose de un instituto que depende directamente de la Secretaría de Hacienda, el manipuleo político de la información, para contrarrestar una tragedia personal de la familia de su titular, no es una práctica deseable.

A partir de l crisis de 1994, el Gobierno fue muy criticado por su política de comunicación en torno a la información económica.  Organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, junto con el gobierno de los Estados Unidos hicieron una petición formal a México a que cambiáramos nuestras prácticas obscuras y que fuéramos más transparentes y derechos.  Muchos analistas culparon al Gobierno de manipular la información estadística, rezagando la  divulgación de información negativa y adelantando la positiva en forma regular para incluir en las expectativas.  Independientemente de que si tenían o no la razón, el hecho es que quedó muy mal sabor de boca en este rubro.

Como resultado de lo anterior, el Banco de México empezó a divulgar información diaria y semanal, vía fax e internet, a todos los usuarios y al público en general que así lo solicitara.  Tuvieron que cambiar la metodología de algunas variables para poder cumplir con lo prometido y redoblar sus esfuerzos por difundir amplia y oportunamente sus datos.  Los avances han sido extraordinarios y tenemos hoy más y mejor información oportuna.  Inclusive, el Banco de México llegó al extremo de dar a conocer su pronóstico diario sobre la evolución de la base monetaria para todo el año, práctica que ningún oro banco central hace a nivel mundial.

Sin embargo, han existido tropiezos importantes.  En 1995 nos confundieron con dos diferentes metas de la expansión del crédito interno neto, una negociada con el FMI y otra para el consumo interno del País.  En 1996, no fueron muy claros con el punto de partida para medir la expansión de la base monetaria.  Afortunadamente, han ido corrigiendo sus fallas.

El INEGI también ha mostrado un avance extraordinario en su recopilación estadística y procesamiento de información.  Fuimos de los primeros países a nivel mundial en incorporar las últimas recomendaciones de las Naciones Unidas en nuestras cuentas nacionales.  El tiempo promedio de procesamiento de las encuestas se ha reducido para dar a conocer así la información en forma mucho más oportuna.  La extensión y cobertura de la información estadística se h ampliado para incorporar más información regional y sectorial.  No cabe duda e que el INEGI ha hecho un trabajo magnífico.

No obstante, también ha producido sus dudas.  Ha existido momentos en que parecía que presentaba los datos corregidos por factores estacionales, únicamente cuando le convenía.  No ha podido ampliar la cultura estadística entre los usuarios, es decir, explicar las limitaciones de los datos para evitar interpretaciones equivocadas.  Tampoco ha sumido la responsabilidad de la construcción de los índices de precios, cuando es un compromiso adquirido desde la autonomía del Banco Central de 1994.

Por lo mismo, es hora de que se otorgue una independencia plena al INEGI.  Dbe ser un organismo totalmente alejado de los estirones políticos, con ninguna posibilidad de manipulación como la que acabamos de observar.  Aunque no han prometido esta autonomía desde hace un par de años, simplemente nos han dado atole con el dedo.  Son justamente estos detalles los que ha entorpecido los esfuerzos por mejorar la confianza del exterior en nuestras instituciones,  ¿Cómo queremos aspirar a una calificación mejor en cuanto a nuestro riesgo país, si todavía damos señales de manipulación de nuestra información?

Ya es tiempo que l autonomía sea una realidad.  Pero en vez de otra promesa, necesitamos una fecha exacta.  ¿Cuándo será?


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jueves, 21 de agosto de 1997

Réquiem por el Pacto

 

Pulso Económico


Réquiem por el Pacto

Por: Jonathan Heath

El primer pacto con que iniciamos toda una tradición de políticas de concertación fue puesto en marcha en diciembre de 1987.  Al considerar que el actual, ahora llamado “Alianza para el Crecimiento”, tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 1997, cumplimos una década exacta de lo que podemos llamar políticas de consenso.  Aunque existe la posibilidad de que ya no se renueve la decimoctava edición del ya famoso acuerdo entre sectores, podemos anticipar una nueva etapa de concertaciones reales y mucho más democráticas.
El pacto original fue creado como un instrumento heterodoxo para ayudar a combatir la inflación inercial.  Con el paso del tiempo, la inflación disminuyó significativamente.  No obstante, el pacto permaneció aun cuando hace tiempo que pasaron de moda las palabras “inercial” y “heterodoxo”.  Poco a poco fue dejando de ser un instrumento de política económica para pasar a ser un instrumento meramente político.  A los funcionarios les encantó la idea de realizar una política que fuera de consenso, es decir, que tuviera el respaldo de la sociedad.  Por lo mismo, quedó con nosotros todo este tiempo algo que fue diseñado completamente para otros propósitos.
No cabe duda de que el pacto tuvo un éxito marcado en relación a sus objetivos originales.  Pudo romper con el círculo vicioso de la inflación inercial, lo cual fue crucial para reducir la inflación de un pico de 179.8 por ciento (febrero de 1988) a menos del 20 por ciento en apenas 14 meses (abril de 1989).  Sin embargo, la administración salinista nunca supo cómo salirse a tiempo y permaneció renovando pactos por ocho años más.
Con el paso del tiempo, la política de “consenso social” llegó a representar una camisa de fuerza para la política económica, restándole la flexibilidad necesaria para adaptarse a los tiempos cambiantes.  En especial, la política cambiaria fue sujeta a mucha especulación en relación a las fechas en que se anunciaban los nuevos parámetros de desliz en las bandas de intervención del Banco Central.  Esto llevó a una vulnerabilidad creciente en los flujos de capital, que mostraban vaivenes importantes al incrementarse la especulación cuando se acercaban las fechas de la renovación del pacto.
Por lo mismo, las autoridades no se atrevían a cancelar el pacto dado que no encontraban otro camino para brindar la misma seguridad a los inversionistas foráneos.  Ni siquiera la devaluación del peso a finales de 1994 y la recesión de 1995, sirvieron para que el gobierno encontrara cómo salirse de la necesidad continua de su renovación.  Con el paso del tiempo, el contenido económico del pacto se fue desvaneciendo, hasta que a últimas fechas únicamente incluye los aumentos en los salarios mínimos y los precios públicos.
Pero más grave era que el pacto resultaba ser una patraña en relación a conseguir un verdadero consenso social.  Era un mecanismo de cabildeo y negociación entre las distintas fuerzas políticas, representadas por los sectores empresarial y laboral.  Sin embargo, esto siempre se sostuvo dentro del marco de la política corporativista que distaba mucho de tener alguna representación democrática.
La negociación se hacía con los líderes de la cúpula empresarial que más bien eran representantes de una pequeña elite.  Se autonombraban líderes a través de un proceso obscuro y autoritario, sin consideración alguna de la mayoría de los empresarios.  Por parte del sector obrero, la representación era igual de cuestionable.  Los líderes eran oficialmente representantes del partido oficial, habiendo llegado a sus puestos por méritos partidistas, que poco tenían que ver con sus agremiados.  Los intereses, tanto de los seudo-líderes empresariales, como de los representantes del sector laboral, eran más bien personales y en muchas ocasiones viciados por ambiciones políticas.
Dado que la ley obligaba a los obreros a pertenecer a un sindicato y a las empresas a afiliarse a una cámara, la firma de los representantes en el pacto se volvía obligatorio para toda la sociedad.  A pesar de que no había una ley específica que respaldaba sus acciones, el gobierno llegó a cerrar empresas que no acataban lo que contenía el pacto.  Esto a pesar de que ninguno de sus firmantes tenían la representatividad legal que les hubiera otorgado una elección democrática.
Sin embargo, los tiempos cambian.  Primero, la Suprema Corte de Justicia declaró que era una violación de los derechos que otorga la Constitución el forzar a un obrero a pertenecer a un sindicato, igual que forzar a una empresa a pertenecer a una cámara.  Esta acción empezó a debilitar la solidez política con la que alguna vez operaba el pacto.  Después, murió Don Fidel Velázquez, poniendo en duda la solidez de las estructuras laborales que alguna vez funcionaron.  Finalmente, las elecciones del 6 de julio cambiaron la correlación de fuerzas en el país e introdujeron un nuevo sistema político de cabildeo y negociación.  Acudimos a las urnas con la intención de acabar justamente con este tipo de prácticas.  El mensaje que emitieron los ciudadanos fue de que ya no se puede ignorar a las mayorías a través de negociaciones obscuras entre las cúpulas tan distantes de la mayoría de la sociedad.
Anteriormente, las negociaciones se hacían entre los sectores empresarial y laboral dado que no existía una pluralidad efectiva en el Congreso.  La que se firmaba en el seno del pacto se convertía casi automáticamente en ley, simplemente faltando el trámite administrativo de informarle al Congreso.  Ahora las negociaciones del pacto son casi irrelevantes, ya que el verdadero cabildeo se va a tener que realizar entre el Ejecutivo y el Congreso.
Por lo mismo, lo que era el pacto o la alianza como lo conocíamos hasta hace poco, se convierte de repente en un instrumento obsoleto que se debe dejar morir.  Políticamente, para reconocer abiertamente la nueva correlación de fuerzas; económicamente, para tener una política más flexible que se pueda adaptar a las circunstancias cambiantes.  Si el Ejecutivo insiste en renovar el pacto una vez más, simplemente se va a crear un antagonismo mayor con un Congreso que tiene ganas de pelear y enfrentar cuanta polémica encuentre.  El pacto ya no puede tener la validez que antes, ya que por primera vez existe una nueva representación de la sociedad, ahora sí con un respaldo democrático, que estará negociando dentro del marco de la ley, lo que antes se veía en el pacto.
Dejemos atrás la farsa de lo que se llamaba un consenso social, para dar un paso firme hacia nuestra tan anhelada democracia.




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lunes, 18 de agosto de 1997

La Contienda por la Gubernatura

 Pulso Económico


La Contienda por la Gubernatura


Por: Jonathan Heath®


A través de las últimas tres semanas, hemos analizado las características deseadas en cualquier candidato que aspira a ser el próximo Gobernador del Banco de México y cómo califican los primeros cinco candidatos más viables al puesto.  Pudiéramos concluir que cualquiera de los tres Subgobernadores analizados (Francisco Gil Díaz, Jesús Marcos Yacamán y José Sidaoui Dib) podrían ser excelentes Gobernadores.  Los otros dos no califican de igual manera básicamente por no tener una formación de economistas.  Sin embargo, Eduardo Fernández García podría ser un excelente candidato para Subgobernador, ya que traería buena experiencia a la Junta de Gobierno, al igual que un punto de vista adicional de un abogado experto en materias financiera y monetaria.

Antes que nada, ofrezco una disculpa por un error de apreciación que cometí al juzgar que Guillermo Güemes García, el cuarto Subgobernador, no calificaba como candidato, lo cual técnicamente no es correcto.  Había señalado, tal y como dice la Ley Orgánica del Banco de México, que los miembros de la Junta deberán gozar de reconocida competencia en materia monetaria, así como haber ocupado, por lo menos durante cinco años, cargos de alto nivel en el sistema financiero mexicano o en las dependencias, organismos o instituciones que ejerzan funciones de autoridad en materia financiera.  La misma ley establece que puedan existir dos miembros de la Junta de Gobierno que no satisfagan plenamente estos requisitos, siempre y cuando sean profesionales distinguidos en materia económica, financiera o jurídica.  Yo simplemente supuse, sin conocer el curriculum del Sr. Güemes, que él entraba en esta última categoría.

Parece ser que Güemes García, antes de ser uno de los negociadores del Tratado de Libre Comercio, trabajó en uno de los bancos comerciales en un puesto de alto nivel por más de cinco años.  Si este es el caso entonces sí califica.  Sin embargo, aun en el caso de que no lo fuera, Güemes García cumple tres años como Subgobernador al final de este año, por lo que satisface los requisitos legales necesarios para ser Gobernador.

Tengo que admitir que la serie publicada atrajo mucha atención y por lo mismo, recibí una gran cantidad de comentarios y sugerencias.  Recibí muchas propuestas de nombres para incluir en la lista de posibles candidatos.  Entre los que más se mencionan están Sergio Ghigliazza, Jesús Silva Herzog, Santiago Levy, Pedro Aspe, Fernando Solana, Guillermo Ortiz Martínez, Guillermo Güemes García y Agustín Carstens.  Aunque sería interesante analizar a cada una de estas personas, creo que no tienen tantas posibilidades como los cinco primeros y por lo mismo, poco añadiríamos a lo ya expuesto.

Entre las objeciones que más se mencionaron estuvo el requisito de que tenía que ser un economista.  Algunos me señalaron el caso del dirigente del Bundesbank de Alemania, que es periodista.  Sin embargo, nuestro nivel de desarrollo no es el mismo.  Mientras que la política monetaria de Alemania está bien establecida y no necesita revisión alguna, nosotros estamos en una etapa crítica de consolidación de una autonomía que todavía está en pañales.  Existe mucha controversia sobre la política monetaria actual y el rumbo que debería llevar la política cambiaria.  El próximo Gobernador tiene que conocer profundamente las implicaciones de cada régimen y los efectos de las distintas opciones monetarias.  En los próximos años se tomarán algunas decisiones muy complejas y por lo mismo, se necesita tener la formación profesional adecuada.

Es obvio que este requisito limita la posibilidad de candidatos que por lo demás serían excelentes, como Eduardo Fernández, actual Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).  Sin embargo, a sus 42 años de edad tiene todavía por delante muchas posibilidades, pudiendo mantenerse al frente de la CNBV en un momento en que todavía falta por recuperarse de la crisis bancaria.

Resulta interesante encontrar que algunas personas estuvieron en desacuerdo con el requisito que señalé de tener una formación ortodoxa dentro de las distintas escuelas de pensamiento.  En una democracia es necesario mantener balanzas y contrapesos.  Una política monetaria conservadora debe servir para contrarrestar una política fiscal expansionista.  Esto influye en la confianza del inversionista y contribuye a la creación de más empleos.  Mientras que la responsabilidad del gobierno federal es fomentar el crecimiento económico para crear empleo y ampliar el poder adquisitivo de la población, es la responsabilidad del Banco Central asegurar que estos esfuerzos no se hagan a través de la creación artificial de recursos.

Después de realizar el análisis expuesto y escuchar las distintas opiniones de personas informadas, creo que podemos llegar a las siguientes conclusiones.  El candidato preferido dentro de la gente del propio Banco de México es sin lugar a dudas José Sidaoui, a quien tenemos que colocar definitivamente como el puntero.  Sin embargo, la decisión esta íntimamente ligada al futuro de la política cambiaria del país.  El Presidente tendrá que meditar las diferentes opiniones acerca de qué rumbo debería de llevar y su decisión será sobre quien sería el más capaz de instrumentar la dirección que él juzgue deberá tomar.

Si se piensa que se debe mantener el rumbo actual y consolidar una política de mercado, el candidato idóneo es Francisco Gil.  Es el más monetarista de todos, creyente feroz en las fuerzas de mercado.  Inclusive se sabe que él está a favor de políticas todavía más radicales como podría ser un Consejo Monetario.

Si se quieren realizar adecuaciones a la política actual, pero sin cambiar a grandes rasgos la ortodoxia monetarista, el candidato tendría que ser José Sidaoui.  El es el de mayor confianza del Presidente, tiene todos los conocimientos necesarios y podría empujar los cambios necesarios.  Sin salir de la escuela ortodoxa, es el que podría mostrar mayor flexibilidad.

Si por alguna razón la contienda entre estos dos primeros se pone difícil, entonces podría entrar el candidato de la conciliación que sería Jesús Marcos.  Difícilmente existe otra persona en todo el país que tenga mayores conocimientos y manejo de la política monetaria que él.  Aunque todo parece indicar que él no busca el puesto, tenemos que reconocer que no le falta ningún mérito.

Si se busca un cambio radical, entonces podría ser un candidato de afuera, ya sea el propio Eduardo Fernández o algunos de los caballos negros que mencionamos al principio.  Esto no significa que Fernández García favorezca un rompimiento con el pasado, sino que este cambio buscado por el Presidente sería más fácil de instrumentar con personas distintas a los actuales Subgobernadores, quienes seguramente no estarían de acuerdo.  Sin embargo, todo indica que este no es el caso.

Muchos analistas ya están buscando indicios de quién podría ser, dado que esta designación será clave para anticipar el rumbo de la política cambiaria a partir de 1998, especialmente a raíz de la preocupación creciente por la apreciación continua del tipo de cambio.  Sin lugar a dudas, el mercado va a tomar esta designación como una señal definitiva.

Por lo pronto, insisto en que este es un análisis sin mayores pretensiones.  Es simplemente una reflexión personal.


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jueves, 14 de agosto de 1997

Carlos Ruiz Sacristán

 

Pulso Económico


Carlos Ruiz Sacristán


Por: Jonathan Heath


El pasado lunes 28 de julio presentamos aquí los que pensamos deberían ser los requisitos mínimos para ser candidato a gobernador del Banco de México, en sustitución de Miguel Mancera Aguayo.  Posteriormente, en los últimos cuatro artículos hemos analizado a los candidatos más viables bajo esta óptica.  Hoy, terminamos con un análisis de Carlos Ruiz Sacristán para dejar la lista en cinco.  Seguramente existen más candidatos, pero sentimos que los que faltarían por analizar tienen una posibilidad muy marginal de llegar a ocupar el puesto.

Ruiz Sacristán nació en la Ciudad de México el 27 de octubre de 1949, por lo que pronto cumplirá 48 años de edad y es hijo de un empresario.  En cuanto a las características específicas:

1.- Estudió la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Anáhuac y una Maestría en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad de Northwester, con especializaciones en finanzas, mercadotecnia y finanzas internacionales.  Tiene experiencia académica limitada, que obtuvo al dar clases en la Universidad Anáhuac durante tres años.  Seguramente tomó algunos cursos básicos de economía en su carrera y en la maestría, pero definitivamente no tiene formación de economista (Calificación 6).

2,- Dado que no es economista de profesión, es difícil anticipar si su inclinación es ortodoxa o no.  Estudió en la Universidad Anáhuac, que no tiene la misma reputación académica que otras universidades más competitivas (lo digo por experiencia propia).  Sin embargo, su maestría la realizó en una de las mejores escuelas de negocios de los Estados Unidos, donde seguramente recibió una excelente formación. No obstante, no es lo mismo la rigurosidad de algunos cursos de un buen MBA, que la formación recibida en un Doctorado en economía (Calificación 7).

3.- Su experiencia en el Banco de México fue de 14 años, a partir de 1974.  Empezó como cambista, y después ocupó los puestos de subgerente de Cambios y Metales, gerente de Operaciones Internacionales, tesorero, director asesor y delegado Fiduciario del Ficorca.  A partir de 1988 deja el Banco para tomar el puesto de director general de Crédito Público.  En 1992 es nombrado subsecretario de Normatividad en Hacienda y finalmente a partir de 1995 es secretario de Comunicaciones y Transportes.  Aunque su experiencia dentro del Banco fue muy buena, se ha dedicado a una carrera política durante los últimos 9 años.  Su experiencia como subsecretario de Normatividad de Control Presupuestal y secretario de Comunicaciones y Transporte tiene poca relevancia para el puesto de gobernador del banco central (Calificación 7).

4.- Ruiz Sacristán ha tenido una carrera política excelente y ha ocupado distintos escalones hasta llegar a ser secretario.  Sin lugar a dudas, su ascenso no hubiera sido posible si no fuera por su capacidad como administrador.  Seguramente ha desarrollado la habilidad para tomar decisiones importantes, aunque siempre dentro del contexto político.  Por lo mismo, es muy difícil anticipar la independencia conque se manejaría si llegara a ser gobernador.  Su formación política nos lleva a pensar que en su caso no se consolidaría la autonomía del Banco (Calificación 6).

5.- En su función como secretario de Comunicaciones y Transportes ha mostrado excelente capacidad d liderazgo, empujando proyectos importantes e instrumentando diversos proyectos de privatización (Calificación 10)

6.- Su trabajo lo ha desempeñado con una excelente habilidad política, teniendo que vender la idea e privatizar los ferrocarriles y puertos.  Sin embargo, es un político en todos los sentidos de la palabra.  Es miembro activo del PRI desde 1974.  Precisamente, su salida del Banco fue para desarrollar una brillante carrera política (Calificación 5)

7.- Aunque sus primeros 14 años como profesionistas los desarrolló dentro del Banco, no se puede decir que fue formado totalmente en él.  Ya tiene 9 años de haber dejado de trabajar en esta institución por lo que ya no se le puede considerar como una persona de dentro.  Tampoco tiene la experiencia de haber fungido como subgobernador (Calificación 6) 

8.- Dado que coincidió en el Banco de México durante el mismo periodo de Ernesto Zedillo y en especial en el área de Ficorca, seguramente existe una relación muy estrecha entre ellos.  Sin embargo, esta relación ha sido únicamente de trabajo, por lo que no debería de conllevar crítica alguna (Calificación 10)

9.- El ocupar una Secretaría de estado otorga mucha visibilidad.  Es una persona con una trayectoria honesta y sin muchos enemigos, aunque seguramente su responsabilidad directa en e proceso de las privatizaciones que ha llevado le podría acarear algunas enemistadas (Calificación 7).

10.- Su desempeño como secretario y su trabajo de empujar hacia adelante las privatizaciones le han dado un buen prestigio en el exterior.  Sin embargo, la comunidad internacional vería con muy malos ojos poner a un político, administrador de empresas, al frente de la política monetaria del País (Calificación 5).

La calificación final de Carlos Ruiz Sacristán es de 6.9 y no lo coloca como buen candidato para el puesto de gobernador del Banco de México.  Sin embargo, tiene excelentes calidades para ocupar distintos puestos dentro de la administración federal o para llegar a ser candidato a algún puesto de elección popular.  Sería un desperdicio de talento enviarlo d regreso al Banco de México.

Al final de este ejercicio, podemos citar a tres candidatos con muy buenas calificaciones para llegar a ocupar el puesto de gobernador: Francisco Gil Díaz, Jesús Marcos Yacamán y José Julián Sidaoui Dib.  Los tres obtuvieron calificaciones de 9 hacia arriba, lo cual significa que cualquiera de ellos sería excelente gobernador.  Sin embargo, los otros dos candidatos no reúnen de igual forma los requisitos.  Esto no significa que no sean buenos candidatos para otros puestos, sino simplemente que existen mejores personas para llegar a ser el próximo gobernador.

Esta es la modesta opinión de un observador imparcial que podría estar incompleta o que no concuerda con la de otros.  ¿usted qué opina?


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lunes, 11 de agosto de 1997

Eduardo Fernández García

 

Pulso Económico


Eduardo Fernández García


Por: Jonathan Heath


Por la naturaleza misma del puesto de gobernador del Banco de México, es fundamental que la persona que lo ocupe tenga ciertas características elementales.  La misma Ley Orgánica del Banco dice que los miembros de la Junta deberán gozar de reconocida competencia en matera monetaria, así como haber ocupado, por lo menos durante cinco años, cargos de alto nivel en el sistema financiero mexicano o en las dependencias, organismos o instituciones que ejerzan funciones de autoridad en materia financiera.

Para poder complementar las diferentes opiniones dentro de la Junta, se permite que dos de los cinco miembros no satisfagan plenamente los requisitos mencionados, pero en todo caso, deberá tratarse de profesionales distinguidos en materia económica, financiera o jurídica.  Sin embargo, ninguno de estos dos miembros podrán ser nombrados gobernador ante de haber cumplido tres años en su cargo.

Por lo mismo, si se quiere ampliar la lista de candidatos para sustituir a Miguel Mancera Aguayo, se deben buscar personas que cumplan el perfil mencionado.  Tal es el caso de Eduardo Fernández García, actual presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), quien dirige esta institución que ejerce funciones de autoridad en materia financiera.

Fernández García nació en la Ciudad de México el 28 de noviembre de 1954, por lo que pronto cumplirá 43 años de edad, once menos que Gil Díaz y Marcos Yacamán y uno menos que Sidaoui Dib.  Es hijo de un industrial, por lo que parece que no proviene de la familia revolucionaria o de tradición política.  En cuanto a las características específicas:

1.- Es abogado de profesión sin estudios de posgrado.  Estudió la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma d México (UNAM), en la que se recibió en 1977.  No tiene experiencia académica dado que nunca ha impartido clases ni se ha dedicado a la investigación.  Cuando mucho, podríamos suponen que ha adquirido un conocimiento básico de los fundamentos económicos a través de su carrera profesional (Calificación 5)

2,- Dado que no e economista de profesión, es difícil anticipar si su inclinación es ortodoxa o no.  Estudió en la UNAM justamente en los años en que la formación teórica era predominantemente de filosofía marxista.  Nunca tuvo la inquietud de realizar alguna Maestría o Diplomado (Calificación 6).

3.- Su experiencia en el Banco de México fue de 19 años, a partir fue de 19 años, a partir de 1975 y hasta 1994, cuando sale para presidir la CNBV.  Su experiencia dentro del Banco fue siempre en el ámbito jurídico,pasando de subgerente Consultivo, a gerente Jurídico y finalmente director de  Disposiciones.  Por lo mismo, aunque tiene amplia experiencia trabajando para el Banco, nunca pudo adquirir la experiencia necesaria a través de diversos puestos como sus colegas, que hoy en día están en la Junta de Gobierno (Calificación 7).

4.- Fernández García ha desempeñado un magnífico trabajo al frente de la CNBV  en un momento difícil, cuando la crisis bancaria llegó a su peor momento.  Ha demostrado tener carácter a través e la toma de decisiones muy complejas.  Sin embargo, muchas de éstas fueron decisiones hechas con fines políticos y dentro del aparato gubernamental. No parece ser de carácter introvertido ni ha demostrado debilidades importantes (Calificación 9)

5.- En su función como presidente de la CNBV ha mostrado excelente capacidad de liderazgo, innovando políticas para ayudar a capitalizar a la banca y para apoyar a los deudores (Calificación 10).

6.- Su trabajo lo ha desempeñado con una excelente habilidad política, teniendo que lidiar con los partidos políticos, con grupos como El Barzón y con un sinnúmero de instituciones financieras, tanto nacionales como extranjeras.  Sin embargo, también ha mostrado ser un político con ambiciones dentro de la línea gubernamental.  Precisamente, su salida del Banco fue para aceptar una posición política.  Afortunadamente, no parece pertenecer a ningún partido político (Calificación 7).

7.- Es una persona que se ha formado totalmente dentro del Banco.  Su experiencia en la CNBV se puede ver como complementaria a la ya adquirida durante sus 19 años dentro de esta institución.  Desafortunadamente, no tiene la experiencia como subgobernador que sería una adicional excelente (Calificación 9).

8.- Dado que coincidió en el Banco de México durante el mismo periodo que estuvo el Presidente Ernesto Zedillo, es muy probable que se hayan conocido anteriormente.  Sin embargo, no se le conoce ninguna relación cercana o que se le pueda criticar (Calificación 10)

9.- El ocupar el puesto de presidente de la CNBV en medio de la crisis bancaria le ha dado mucha visibilidad.  Aunque era desconocido anteriormente por el perfil de su trabajo al interior del Banco, hoy en día es una persona muy conocida y aceptada por la mayoría de lo distintos grupos de presión.  Sin embargo, su falta de conocimientos económicos podría ser punto de reproche de algunas personas (Calificación 8).

10.- Aunque su trabajo al frente de la CNBV le ha brindado la oportunidad de ser conocido fuera del País, la mayoría de la comunidad financiera internacional no aceptaría a un abogado como gobernador del banco central.  Por ejemplo, los gobernadores de la Reserva Federal en los Estados Unidos siempre han sido economistas brillantes con un ato reconocimiento en su campo.  En muchas ocasiones he tenido la oportunidad de escuchar de primera mano opiniones muy negativas de poner a alguien que no sea economista en esta posición.  Inclusive, podría retrasar el otorgamiento de una mejor calificación sobre nuestro riesgo soberano, con costos muy elevados (Calificación 5).

La calificación final de Eduardo Fernández García es de 7.6 y lo coloca como muy mal candidato para el puesto de gobernador del Banco de México.  Sin embargo, tiene excelentes cualidades para situarlo como un subgobernador que pudiera ocupar una vacante próxima.  Por lo pronto, seguiremos analizando a los demás candidatos que se mencionan.

El jueves 14 terminamos esta serie con Carlos Ruiz Sacristán.


Comentarios, observaciones y críticas al Email: heath@infosel.net.mx


jueves, 7 de agosto de 1997

José Julian Sidaoui Dib

 Pulso Económico


José Julian Sidaoui Dib


Por: Jonathan Heath®


La Junta de Gobierno del Banco de México está integrada por cinco miembros: un Gobernador y cuatro subgobernadores.  El Gobernador cumple un periodo de seis años, mientras que los Subgobernadores desempeñan su cargo por ocho años.  La ley orgánica del Banco específica que el periodo del Gobernador comenzará al inicio del cuarto año calendario de cada administración presidencial, mientras que se nombra un nuevo subgobernador cada dos años, al inicio del primero, tercero y quinto años de cada sexenio.

Todos los miembros de la junta podrán ser designadas a su cargo más de una vez y el único impedimento es no tener más de 65 años de edad cumplidos en la fecha de inicio del nuevo periodo.  Dado que Miguel Mancera cumple los 65 años 13 días antes del inicio del nuevo periodo, no es elegible para el puesto.  Dicen que el propio Mancera fue quien propuso esta restricción para poder jubilarse a gusto.

Siguiendo el orden alfabético, hemos analizado las candidaturas de Francisco Gil Díaz y Jesús Marcos Yacamán, en relación a las diez características deseables de un Gobernador que presentamos el pasado lunes 28 de julio.  Ahora nos toca ver el caso de José Julián (“Pepe”) Sidaoui Dib:

Sidaoui Dib nació en la Ciudad de Puebla el 25 de septiembre de 1953, por lo que pronto cumplirá 44 años de edad, diez menos que sus colegas Paco Gil y Chuy Marcos.  No se le conoce ninguna actividad política a su familia, por lo que podemos deducir que, al igual que Gil y Marcos, no proviene de las familias revolucionarias o de tradición política.  En cuanto a las características específicas:

1.-  Es economista de profesión con estudios de posgrado.  Estudió la carrera de Economía en la Universidad de las Américas (Summa Cum Laude), la Maestría en Economía en la Universidad de Pennsylvania y el Doctorado en Economía en la Universidad George Washington.  No tiene una formación académica tan sólida como sus colegas, ya que únicamente se dedicó a ser profesor por asignatura en la Universidad Anáhuac entre 1983 y 1987.  Sin embargo, tiene amplia experiencia como investigador tanto en el Banco Mundial como en Wharton Econometric Forecasting Associates (WEFA) antes de trabajar en el Banco de México.  Su especialización parece ser en economía laboral y demografía (Calificación 9.5).

2.-  Es un economista de formación ortodoxa, aunque sin mayor énfasis en teoría y política monetaria.  Su Maestría la obtuvo en la Universidad de Pennsylvania, una institución reconocida por su excelencia académica e integrante de la famoso “Ivy League”.  Aunque la Universidad George Washington es considerada como una buena universidad, no está colocada entre las 20 mejores de los Estados Unidos (Calificación 9.5).

3.-  Su experiencia en el Banco de México empieza en 1979, hace ya 18 años, con una sola interrupción de dos años mientras trabajó en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como Subsecretario.  Su experiencia dentro del Banco es muy amplia, ya que empezó como economista y después estuvo en las áreas de programación financiera, análisis macroeconómico, investigación económica, operaciones internacionales, tesorería y operaciones de banca central.  Por lo mismo, es de los subgobernadores con la experiencia más amplia dentro de las funciones del Banco (Calificación 10).

4-.  Aunque firme en sus ideas y convicciones, Sidaoui Dib es de carácter más introvertido en comparación con sus colegas.  Algunas personas estiman que tarda mucho en tomar sus decisiones, ya que las piensa mucho y las medita a fondo.  Seguramente esto sería un buen punto en cuanto a no ceder su autonomía en caso de que fuera nombrado Gobernador.  Sin embargo, su reciente estancia en Hacienda y su relación muy cercana con el Presidente Ernesto Zedillo han llevado a muchos a pensar que no sería tan independiente del Poder Ejecutivo como lo podrían ser sus colegas, lo que dificultaría la consolidación de la autonomía del Banco.  No obstante, otras personas alegan que esta percepción no es correcta, mientras que quienes lo conocen más de cerca aseguran que es de convicciones muy fuertes (Calificación 8.5).

5.-  Aunque la inteligencia mostrada por Sidaoui Dib sugiere excelentes capacidades de liderazgo, algunas personas han mencionado que su desempeño como subsecretario fue algo gris.  Dicen quienes no lo quieren que le faltaba capacidad de decisión y habilidad para delegar en forma más ejecutiva.  Sin embargo, sus defensores argumentan que le tocó la etapa más difícil de la crisis económica y tuvo muy buen desempeño.  Sí resalta el hecho de que fue un subsecretario mucho más callado y de bajo perfil en comparación a su sucesor Martín Werner, oportunidad importante para mostrar al público sus capacidades de liderazgo (Calificación 8).

6.-  Según el Diccionario Biográfico del Gobierno Mexicano, ha sido miembro activo del PRI desde que tenía escasos 14 años.  Su único puesto político fue el breve lapso de dos años en la Secretaría de Hacienda, por lo que ha demostrado más amor al Banco Central que a una carrera política.  Durante su desempeño como Subsecretario no demostró una habilidad política sobresaliente, mientras que algunas personas han señalado que es demasiado dogmático en sus ideas y no tiene la flexibilidad que se necesita (Calificación 8).

7.-  Sus 16 años dentro del Banco, con excelente experiencia adquirida a través de diversas funciones, lo colocan como una persona que se ha formado y que ha hecho carrera en la institución.  Su experiencia como subgobernador es un plus, aunque ha sido un poco más breve que la de sus colegas (Calificación 10).

8.-  Dicen que su relación con Ernesto Zedillo es muy cercana e inclusive llega a nivel de compadres.  Este punto pudiera haber sido muy bueno en otros sexenios, cuando este tipo de relaciones eran fundamental.  Sin embargo, con los nuevos tiempos estas relaciones se ven con muchas sospechas.  Si es que lo nombran Gobernador, no faltará quien diga que fue por esta relación de amistad y no por méritos propios (Calificación 7.5).

9.-  La formación de Sidaoui Dib hacia el interior del Banco y en la Secretaría de Hacienda le ha dado algo de visibilidad.  Sin embargo, su perfil más resguardado le resta oportunidad para ganar una mayor aceptación.  Su misma personalidad lo ha ayudado a mantener mucho más amistades sin contraer enemigos gratuitos.  Algunas personas han señalado el hecho de que es muy joven todavía para aspirar a ser Gobernador (Calificación 9.5).

10.-  Aunque no es tan conocido fuera del país, su posición de Subgobernador le ha brindado la oportunidad de tener un poco más de visibilidad.  Sin lugar a dudas, la gente que lo conoce le reconoce su inteligencia y su manejo amplio de la operación del Banco Central (Calificación 9.5).

La calificación final de José Julián Sidaoui Dib es de 9.0 y lo coloca como un buen candidato para el puesto de Gobernador del Banco de México.  Sin embargo, existen algunos candidatos adicionales que se mencionan que no trabajan actualmente esa institución y que vale la pena analizar.  Continuaremos con Eduardo Fernández García el lunes 11.



Comentarios, observaciones y críticas constructivas:

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lunes, 4 de agosto de 1997

Jesús Marcos Yacamán

 

Pulso Económico


Jesús Marcos Yacamán


Por: Jonathan Heath


No cabe duda de que existen varias personas brillante que tienen la capacidad técnica para llegar a ser gobernador del banco central.  Sin embargo, será difícil encontrar a una que pueda llenar bien los zapatos de Miguel Mancera Aguayo.  Sus 187 meses (casi 16 años) al frente del Banco de México fueron superados únicamente por Don Rodrígo Gómez, quien estuvo como Director General por un espacio de 213 meses (casi 18 años).  En el mismo sentido, sería deseable encontrar un gobernador que pudiera durar en el puesto y no tener que buscar reemplazos a cada rato.

Para conformar la lista de posibles candidatos, lo más lógico es buscarlos entre los subgobernadores que forman parte de la Junta de Gobierno de la institución,  De los cuatro subgobernadores, se puede considerar a trs de ellos como candidatos viables. Francisco Gil Díaz, Jesús Marcos Yacamán y José Julian Sidaoui Dib.  El otro Guillermo Güemez García., no reúne los requisitos legales para ser considerado, dado que, en su caso particular, necesitaría ocupar el cargo de subgobernador por un mínimo de tres años.  Siguiendo el orden alfabético, el jueves pasado analizamos el caso de Francisco Gil Díaz y hoy nos toca revisar el expediente de Jesús (“Chuy”) Marcos Yacamán.

Marcos Yacamán nació en la ciudad de Monterrey el 10 de octubre de 1943 y pronto cumplirá 54 años de edad, igual que su colega Francisco Gil Díaz.  No se conoce con exactitud a qué se dedicaba su padre Salim Marcos, pero parece que no era funcionario público, por lo que podemos deducir que no proviene de las familias revolucionarias o de tradición política.  En cuanto a las características específicas:

1.- Es economista de profesión con estudios de posgrado.  Estudió la carrera de Economía en la Universidad de Nuevo León y la Maestría y doctorado en Economía en la Universidad de Columbia.  Tiene una formación académica muy sólida, complementada como profesor y director del Centro de Investigaciones Económicas en la Universidad de  Nuevo León,  Sus especializaciones son en conomía internacional, econometría y teoría y política monetaria (Calificación 10).

2.- Es un economista de formación ortodoxa con énfasis en teoría y política monetaria.  La universidad de Columbia (junto con Harvard, Princeton, Yale, Brown, Pennsylvania, Dartmouth  y Cornell) pertenece al grupo de universidades conocidas como “Ivy League”, que se distinguen por su excelencia académica del más alto nivel en los Estados Unidos (Calificación 10).

3.- Su experiencia en el Banco de México empieza en 1978; son casi 20 años sin interrupción.  Dentro del banco, su experiencia barca las áreas de información financiera, programación financiera e investigación económica.  Además, tiene experiencia derivada de ser miembro de varios consejos directivos y comités técnicos.  También ha participado en reuniones interpalamentarias y de relaciones económicas con Estados Unidos (Calificación 10).

4.- A primera vista, Marcos Yacamán parece sr menos extrovertido en comparación con algunos de sus colegas.  No obstante, es muy seguro de sí mismo y tiene convicciones muy marcadas.  Sin lugar a dudas, es una persona sumamente inteligente, con un manejo profundo de las variables económicas.  No hay razón para pensar que no se manejaría con la independencia necesaria para consolidar la autonomía del Banco (Calificación 9.5).

5.- Aunque se podría argumentar que Marcos Yacamán no ha demostrado mayores capacidades de liderazgo, también se tiene que aclarar que no ha estado en puestos de alto perfil en que hubiera tenido que impulsar políticas controvertibles o demostrar un empuje mayor.  Sin embargo, su inteligencia y empuje como subgobernador dan indicios de que podría ser un buen líder.  Su manejo es muy técnico, por lo que tendría que mostrar mayor habilidad para dialogar con legisladores en un lenguaje más accesible.  Dicen que no ha demostrado el mismo interés que Gil Díaz y Sidaoui para obtener el puesto (Calificación 8).

6.- no tiene ninguna afiliación partidista ni ha ocupado puestos políticos, por lo que se puede decir que no es un político.  Sin embargo, por lo mismo, no ha tenido muchas oportunidades para demostrar su habilidad política.  No hay mucho de dónde especular, sobre su capacidad par dialogar con un Congreso mixto o para enfrentarse a un Poder Ejecutivo con ideas distintas (Calificación 8).

7.- Casi 20 años consecutivos dentro del banco, con experiencias diversas en varios puestos, lo colocan como una persona que se ha formado y que ha hecho carrera dentro de la institución.  –también su experiencia como subgobernador es un plus muy importante dentro de su trayectoria (Calificación 10).

8.- Como casi todos los funcionarios del banco que trabajaron en esa institución entre 1978 y 1987 (los años en quien trabajó Ernesto Zedillo en el Banco de México), seguramente se llegaron a conocer.  Sin embargo, hasta donde se puede apreciar, nunca coincidieron en la misma área o dirección, por lo que se puede especular que no existió una relación más cercana (Calificación 9.5).

9.- La formación de Marcos Yacamán hacia el interior del banco no le ha dado una gran visibilidad a través del tiempo.  Es una persona conocida dentro de ciertos círculos donde siempre ha ganado respeto.  Aunque es menos conocido fuera del banco, comparado con algunos de su colegas, no tiene enemigos ni personas a quienes temer (Calificación 8.5).

10.-Nuestro personaje no es tan conocido fuera del país, pero las personas que lo han conocido hablan muy bien de él.  Le reconocen su inteligencia y su manejo amplio de la política monetaria.  Formar parte de la Junta de Gobierno del Banco le da una ventaja hacia el exterior, dado que los distintos círculos de inversionistas y banqueros ven esta experiencia como muy necesaria (Calificación 9).

La calificación final de Jesús Marcos Yacamán es de 9.25 y lo coloca como un candidato firme para el puesto de gobernador del Banco de México.  Sin embargo, seguiremos analizando a más candidatos.

El jueves 7 hablaremos de José Julián Sidaoui Dib.


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