Pulso Económico
El Tipo de Cambio
Por: Jonathan Heath
El tipo de cambio pasó por una etapa prolongada de apreciación que obedeció a la mejoría en la balanza comercial y al incremento en los flujos de capital del exterior. Sin embargo, ahora que la desaceleración de la actividad económica tocó fondo en el primer trimestre y se observa una recuperación en la demanda de importaciones, es buen momento para una corrección moderada.
El martes pasado el precio del dólar interbancario subió 2.3 por ciento, llegando a 9.63 pesos en su cotización de cierre. Con relación a su precio más bajo, el 3 de mayo, el aumento fue de 3.8 por ciento. Sin embargo, todavía se encuentra 2.8 por ciento por debajo de su precio del 31 de diciembre del año pasado, de 9.908 pesos por dólar. Después de cuatro meses y medio de apreciación en el tipo de cambio, se observa una corrección que para muchos era esperada.
Según los operadores del mercado de cambios, la depreciación del peso mexicano fue parte del ajuste observado en la mayoría de los países latinoamericanos, motivado ahora por dudas alrededor del sostenimiento del plan de convertibilidad argentino y un nuevo escándalo político en Brasil. La semana pasada, el prestigiado periódico londinense Financial Times publicó una nota y un editorial con relación a los comentarios vertidos por Domingo Cavallo, que ahora recomendaba la sustitución del consejo monetario argentino por una flotación de su moneda. Aunque después lo negó y ahora sostiene que el consejo monetario debería conservarse, el daño está hecho.
El problema es que Argentina no tiene una política monetaria independiente que pueda utilizar para acomodar los shocks del exterior o para ayudar a corregir un desequilibrio en su balanza de pagos. Esto significa que necesariamente tiene que sufrir una recesión para disminuir su déficit comercial. Sin embargo, los últimos datos revelan que Argentina vive una recesión significativa y no se ha visto una corrección en el déficit externo. La declaración de Cavallo ha hecho que los inversionistas estén más conscientes de estos problemas y retiren sus capitales del país, complicando aún más la situación.
En medio de este ambiente de incertidumbre, ahora resulta que el Presidente brasileño Henrique Cardoso está metido en un conflicto de intereses al otorgar información privilegiada a empresas durante la privatización de Telebras. Brasil venía haciendo milagros en cuanto a su recuperación después de la devaluación del real en enero pasado. Este escándalo simplemente viene a recordar a los inversionistas la situación precaria que todavía existe en el país más grande de América Latina.
Estas noticias no deberían impactar tanto a México ya que estamos más ligados a la economía norteamericana y nuestros fundamentos económicos se encuentran muy sólidos. Sin embargo, estos acontecimientos coincidieron con la divulgación de los datos preliminares de la balanza comercial de abril. Dado que la desaceleración tocó fondo en el primer trimestre, la actividad económica ha empezado a adquirir fuerza de nuevo, lo cual viene a incrementar la demanda de importaciones. Viendo hacia adelante, es claro que el déficit de la balanza comercial deberá presentar un deterioro paulatino, lo cual hará que se incremente la demanda de dólares. Ante esta situación, los inversionistas se adelantan y han decidido comprar dólares ahora (o posponer su venta de dólares para después), lo cual ha provocado la depreciación del peso que se ha observado en estos días.
Los datos de importación señalan en forma muy clara la recuperación. Primeramente habíamos observado que por primera vez desde enero de 1996 la importación de bienes de capital había disminuido en diciembre y enero. Este fue un reflejo de la disminución en la inversión que se observó en el primer trimestre del año. Sin embargo, a partir de febrero hay incrementos positivos, lo cual indica que la inversión privada empezará a crecer de nuevo.
Lo mismo observamos en cuanto a la importación de bienes de consumo, aunque con un pequeño rezago. Después de cuatro meses de caídas, la compra externa de bienes de consumo aumentó 6.8 por ciento en el mes de abril, lo cual puede ser interpretado como una recuperación en las ventas al consumidor en un futuro cercano. Existen otros datos que ayudan a afirmar esta perspectiva, como el incremento en las ventas al menudeo en los establecimientos comerciales.
Esto significa que el ajuste que acabamos de observar en el tipo de cambio es positivo. Deberá a ayudar a contener la demanda de importaciones para evitar un deterioro demasiado rápido en la balanza comercial y al mismo tiempo, no es lo suficientemente elevado como para volver a ejercer presiones inflacionarias.
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