Pulso Económico
¿Somos un País Muy Endeudado?
Por: Jonathan Heath
Algunos funcionarios públicos han dicho que la deuda externa mexicana no es muy elevada y que se compara favorablemente con los países de la OCDE. Sin embargo, nuestra historia está íntimamente ligada a su evolución y las numerosas crisis se han agudizado por el endeudamiento excesivo. ¿Tiene algún fundamento lo que dice el gobierno?
En agosto de 1982, el gobierno mexicano notificó que no podía seguir cubriendo el servicio de la deuda externa. Este hecho fue el inicio de la crisis financiera internacional, que duró toda la década pasada. En ese momento, la deuda externa representaba 364.1 por ciento de las exportaciones de bienes, lo cual nos clasificaba como país severamente endeudado. En los años siguientes nuestra deuda aumentó, complicándose aún más nuestra situación. Las autoridades hacendarias tuvieron que renegociar cuatro veces entre 1983 y 1989 los términos de la deuda, mientras que se establecieron nueve arreglos multilaterales con la banca comercial para aliviar su carga.
Sin embargo, la historia de nuestra deuda externa no se inició en ese momento. Cuando México se declara República independiente en 1823 ya tenía problemas. Entre 1827 y 1946 tuvimos más de 20 suspensiones de pago y renegociaciones de deuda. El único periodo en nuestra historia en que no hemos padecido una carga mayor fue entre 1942 y principios de los setenta. Ya para entonces, nuestro gobierno había abusado de nuevo del endeudamiento y se iniciaba la etapa moderna de los problemas.
Queda claro que en el transcurso de la década pasada nos clasificaban como un país severamente endeudado. El Banco Mundial establece varios parámetros para clasificar a los países y uno de los más importantes es la relación de la deuda externa a exportaciones totales. Si esta relación rebasa 220 por ciento, se dice que el país está “severamente” endeudado. Entre 1982 y 1988 el promedio para México fue de 280.1 por ciento.
A raíz de la renegociación de 1989 bajo el marco del Plan Brady, México logró una quita importante de la deuda, justamente para revertir la transferencia neta de recursos al exterior que imposibilitaba el crecimiento sostenido. Ese año fue histórico para México ya que la categoría de ser un país severamente endeudado cambio a “moderadamente” endeudado. En ese año, la relación de deuda a exportaciones bajó a 197.7 por ciento. Sin embargo, estuvimos a punto de regresar a la clasificación anterior en 1993, cuando de nuevo subió la relación a 220.0 por ciento. Podríamos decir que fue otro foco rojo que alertaba la posibilidad de una nueva crisis de fin de sexenio.
A partir de este sexenio, el gobierno ha realizado un gran esfuerzo en cuanto al manejo de la deuda externa. Ha buscado extender el perfil de amortizaciones para reducir la carga de la deuda en el corto plazo. Ha contratado deuda nueva bajo mejores condiciones para liquidar deuda anterior. Al mismo tiempo, ha puesto empeño en que la deuda externa no vaya a aumentar en un monto mayor al crecimiento del PIB, para que la relación de deuda externa total al PIB disminuya con el tiempo.
Como resultado de estos esfuerzos, de nuevo estamos marcando un momento histórico. Según el Banco Mundial, la siguiente categoría de un país “menos endeudado” se logra cuando la relación de deuda a exportaciones sea menor a 132 por ciento. El año pasado, el Banco Mundial todavía nos catalogaba como un país moderadamente endeudado, basándose en datos hasta 1996. Sin embargo, en su nueva publicación anual de deuda de este año, con datos ya de 1997, estamos clasificados oficialmente como un país menos endeudado. El crecimiento de nuestras exportaciones, que ha sido importante a raíz de la apertura comercial, nos ha llevado a tener una relación de 113.8 por ciento a partir de 1997.
Existe un parámetro adicional de clasificación, que es la relación de deuda a PIB. En el transcurso de los últimos 10 años hemos tenido un promedio por debajo de 40%. El Banco Mundial establece el umbral de 48 por ciento para distinguir las clasificaciones de moderado a menos endeudado, por lo que no representa una carga en nuestro caso.
El Banco Mundial también clasifica a los países por el tamaño de su PIB per cápita. Dado que el de nosotros es superior a 3,126 dólares (y menor a 9,655 dólares) nos clasifica como un país de ingreso medio-alto, al igual que Argentina, Brasil y Chile. Argentina y Brasil están clasificados como países severamente endeudados. Chile está clasificado como país moderadamente endeudado. México es el único país de América Latina, con ingresos per cápita superiores a 3,126 dólares que está clasificado como menos endeudado.
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