Pulso Económico
El Ahorro Financiero
Por: Jonathan Heath®
Es de todos conocido el problema del ahorro en México. Simplemente, como país no ahorramos lo suficiente. Para poder crecer, necesitamos invertir. Existe una identidad contable que dice que la inversión es igual al ahorro. El ahorro proviene de la economía interna o del exterior. Dado que no ahorramos lo suficiente internamente, tenemos que traer ahorro del exterior para poder crecer. Sin embargo, el ahorro externo tiene sus limites, especialmente en términos del costo del servicio que involucra. Por lo mismo, necesitamos incrementar el ahorro interno.
El Presidente Zedillo ha manejado desde el principio de su administración la importancia del ahorro interno, el papel que jugó durante el sexenio pasado y la necesidad de incrementarlo en forma permanente. En buena medida, la reforma al seguro social, la introducción del SAR y la constitución de los Afores, son todas medidas para fomentarlo y construir las bases para un ahorro a más largo plazo.
Cuando el publico en general oyen hablar del ahorro, piensan que será muy difícil incrementarlo dado el deterioro en el poder adquisitivo de las familias. ¿Cómo podemos ahorrar si no nos alcanzan nuestros ingresos? Sin embargo, el ahorro familiar siempre ha sido el de menor importancia en México y no constituye el único medio para ahorrar. En principio, el ahorro tiene tres fuentes fundamentales: el familiar, el empresarial y el del gobierno. En el pasado, especialmente cuando teníamos una economía cerrada, el ahorro de las empresas era el más importante. Desde que la economía se empezó a abrir más al exterior y las empresas tuvieron que competir, sus tasas de retorno empezaron a bajar. Esto provocó una disminución en el ahorro empresarial per se y aumentó la necesidad de un sistema financiero más grande.
En los últimos años, desde que el gobierno logró disminuir el déficit público tan elevado, el ahorro público ha vuelto a tener mucha importancia. Hoy en día el gobierno realiza inversiones grandes financiadas en su mayoría por sus propios ingresos. Inclusive, ha librado al sistema financiero de la necesidad de financiarlo, permitiendo colocar la mayoría de sus recursos dentro del sector privado. No obstante, estos cambios provocaron grandes desequilibrios en el sistema bancario. La banca privatizada no contaba con banqueros con experiencia y cometieron un sinnúmero de errores. El resultado ha sido un incremento totalmente desproporcionado en la cartera vencida y una capacidad disminuida para otorgar créditos al público en general.
Se han comentado los problemas suscitados de la crisis bancaria ampliamente. El gobierno ha instrumentado diversos programas para recapitalizar a los bancos, disminuir su cartera vencida y restablecer su funcionalidad. Sin embargo, poco se ha comentado del otro lado del problema, el de la captación de recursos. Es importante fomentar más el ahorro y contar con un sistema bancario sano para canalizarlo dentro de la economía. Cuando surgió la recesión era de esperarse que la captación de recursos financieros iba a disminuir. No obstante, al recuperarse la economía, es de esperar que también vuelve a aumentar la cantidad de recursos captados.
La evidencia de que la economía se ha recuperado abunda. Inclusive, la tasa de crecimiento del PIB del año pasado superó todos los pronósticos. Sin embargo, los bancos no han logrado incrementar la cantidad de recursos en una forma proporcional. Inclusive, los últimos números indican que el tamaño del sistema financiero ha disminuido.
Existen diversos indicadores para medir el tamaño y profundidad del sistema financiero. Sin embargo, quizás el más apropiado es el tomar el agregado monetario más amplio (M4), es decir, la suma total de todos los diferentes instrumentos financieros (cuentas de cheques, certificados de depósito, Cetes, Ajustabonos, Bondes, papel comercial, etc.), restando únicamente los billetes y monedas en circulación (ya que no constituyen un ahorro). Al tomar este monto como proporción del PIB nos dice que tan profundo es el sistema financiero.
Si crece más que el PIB, es decir, más que el resto de la economía, entonces podemos decir que existe un proceso de profundización financiero; el ahorro captado por el sistema financiero esta creciendo más rápido que el resto de la economía. En otras palabras, el sistema financiero se esta haciendo más profundo. En cambio, si crece a un ritmo menor que el resto de la economía, entonces se dice que existe una represión financiera; nuestro sistema financiera va perdiendo terreno.
En el último trimestre de 1994, este indicador llegó a representar el 44.3 por ciento del PIB, lo que es un número relativamente bajo en comparación con otros países. Sin embargo, lo más importante es que vayamos avanzando constantemente en cuanto a su profundización. El costo de la recesión se vio claramente al observar que este número disminuyó a 38.9 por ciento en el último trimestre de 1995. Pero lo más preocupante es que a pesar de la recuperación económica del año pasado, este indicador volvió a disminuir, llegando en el último trimestre de 1996 a 36.9 por ciento.
Al analizar estos números, se puede observar que ha existido una tendencia muy marcada en cuanto a la reducción de plazos. Es decir, no solamente estamos observando que las gente esta ahorrando menos, sino que el sistema bancario ha captado cada vez menos de ese ahorro y lo que ha logrado capturar ha sido a plazos muy cortos. Esta disminución se ha dado a pesar de haber captado casi 80 mil millones de pesos a través del SAR durante el último año, un crecimiento del 63.5 por ciento sobre el año anterior.
Esto significa que no solamente estamos observando una disminución en el ahorro interno, sino que además nuestro sistema financiero ha perdido su capacidad para capturarlo. Muchas empresas estarán buscando fuentes alternas de ahorro, como pueden ser instrumentos financieros en el exterior o mayores inversiones en inventarios.
Si queremos incrementar el ahorro interno, tenemos que contar con un sistema bancario capaz de incentivarlo y capturarlo. De lo contrario puede resultar muy costoso inyectar una gran cantidad de recursos para capitalizar a los bancos y comprar su cartera vencida cuando estos no son lo suficientemente eficientes para captar recursos del público en general.
Comentarios, observaciones y críticas constructivas:
Fax: (915) 572-8053 y Email: heath@infosel.net.mx