Pulso Económico
El Empleo ante una Economía Diferente
Por: Jonathan Heath
Ya se abandonó el debate sobre la recuperación económica en cuanto a que si ya llegó o no. Las últimas cifras disponibles sobre el crecimiento económico señalan claramente que estamos más bien en el inicio de una etapa de franca expansión económica, después e superar plenamente la recuperación. Aunque existen algunos sectores de la economía o segmentos de la población que no han podido sobreponerse a los efectos negativos de la crisis, ya no es cuestión de recuperación sino más bien de cambio estructural.
Es importante recalcar que la economía que está surgiendo de la recesión es muy distinta a la anterior, pero no como un fenómeno temporal que con el tiempo se llegará a arreglar, sino más bien como una característica estructural de la nueva economía que está en formación, como consecuencia de todas las transformaciones del sexenio pasado. Como ya lo habíamos comentado, los cambios estructurales, entre los cuales la apertura comercial es el más importante, están surtiendo efecto. El papel que jugó la recesión fue el acelerar estos cambios y es por esto que ahora se sienten mucho más que antes.
Se han comentado la mayoría de las cifras que reflejan la nueva expansión económica. El Producto Interno Bruto creció 7.6 por ciento en el último trimestre. La producción industrial tiene diez meses consecutivos de un crecimiento real cerca a los dos dígitos. Las exportaciones anuales están por llegar a los 100 mil millones de dólares al año, mientras que el comercio exterior total superará pronto los 190 mil millones de dólares anuales. La construcción repunta a niveles cercanos al 20 por ciento anual. El consumo de bienes duraderos aumentó 34.2 por ciento en el último trimestre del año pasado. La inversión privada vuelve a mostrar un dinamismo impresionante. La inversión extranjera directa avanza en forma importante. Los flujos de capital provocan un superávit en la cuenta de capital de la balanza de pagos. Las reservas de divisas están reponiéndose rápidamente a pesar del régimen de flotación del tipo de cambio.
Sin embargo, el mismo proceso d cambio estructural está dejando atrás a ciertos sectores de la economía. Existen algunos indicadores que preocupan, no solamente por el contraste con el resto de la concomía, sino por el daño tan profundo que reflejan. Tal es el caso de las ventas al menudeo de los establecimientos comerciales. En enero del presente año, éstas disminuyeron 3.6 por ciento con respecto al mismo mes del año anterior, lo cual representa una caída acumulada de 49.9 por ciento desde diciembre de 1994. Este sector que previamente sería de amortiguador par absorber la expulsión de la mano de obra del sector manufacturero, ya tiene 28 meses consecutivos en que el número de personas ocupadas es menor al del mismo mes del año anterior.
Los cambios estructurales provocaron una pérdida neta de empleos en el sector manufacturero que duró 70meses consecutivos, entre julio de 1990 y abril de 1996. Por casi seis años la industria manufacturera pasó por una transformación en que su lucha por incrementar su productividad, eficiencia y competitividad produjo una gran pérdida en el número de personas ocupadas. Durante la mayor parte de este tiempo, el sector comercial y en especial el sector informal, pudo absorber a estas personas a través de la creación de empleos menos productivos y con menor remuneración. Sin embargo, fue un crecimiento un tanto artificial y temporal, dado que ahora todo indica que el sector comercial está pasando por la misma etapa que vivió el manufacturero unos años antes.
Si esto es cierto, significa que el sector comercial, en especial la venta al menudeo, pasará por una crisis que todavía durará muchos años más. Si bien puede empezar a generar un crecimiento positivo dentro de poco, no estará acompañado de la creación de empleos, sino más bien se dará con aumentos substanciales en la productividad. Esto significa que habrá una expulsión de la mano de obra del personal ocupado de este sector por un buen rato. ¿A dónde irá? El sector manufacturero está empezando a crear empleos después de muchos años, pero no al ritmo suficiente como para absorber el número necesario de personas. El sector informal consiste en su mayoría en comercio, por lo que parece difícil pensar en el como un factor importante. Lo más seguro es que habrá una proporción significativa de la población que no encontrará un trabajo digno ni bien remunerado, por lo que aumentará en forma significativa el desempleo disfrazado.
Todos los estudios que se han realizado últimamente sobre la cantidad de empleos que tiene que generar la economía en los siguientes años, indican que se necesita crear más de un millón de ellos al año. También han señalado que es necesario crecer por lo menos al 5 o 6 por ciento (según el estudio) anualmente en forma sostenida para alcanzar esta meta. Sin embargo, la mayoría de los estudios no toman en cuenta los cambios estructurales que todavía se están dando en la economía.
Aun en el caso en que la economía pudiera crecer arriba del 6 por ciento durante los siguientes años es muy dudoso que se suficiente para generar la cantidad de empleos requeridos. Primero, porque existe una subestimación en el número de empleos necesarios, dado que no se ha tomado en cuenta la expulsión de la mano de obra de los sectores en transformación hacia una mayor productividad. Segundo, porque la cantidad de empleos generados por cada punto de crecimiento económico en el pasado ya no es válida como un punto de referencia para el futuro. Por último, porque no se ha hecho una distinción adecuada entre empleos productivos y bien remunerados con ocupaciones no productivas y mal remuneradas.
Cada vez que la economía avanza hacia una mayor globalización la tecnología demandará un empleo más calificado. Esto significa que la especialización de la mano de obra irá en aumento en forma desproporcionada, dificultando la creación de empleos para las personas menos preparadas. En la medida en que no avancemos en la educación y logremos cerrar la brecha entre los que sí tiene una educación adecuada y los que no, necesariamente irá dificultándose el panorama laboral.
Hasta ahora, ni el gobierno ni los partidos de oposición han presentado un análisis adecuado ni políticas funcionales para resolver el problema. ¿Quién lo hará
?
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