Pulso Económico
Las Metas de la Política Monetaria
Por: Jonathan Heath®
Durante el último mes, muchos analistas han comentado sobre las intenciones del Banco de México de aumentar su crédito interno neto y en consecuencia la base monetaria durante los últimos dos meses del año, para acomodar la demanda estacional que existe hacia finales del año.
Las autoridades monetarias han explicado en varias ocasiones que este es un fenómeno típico de cada año y que no representa una fuente de presión inflacionaria. Hasta fines del tercer trimestre, el Banco había cumplido con cierta holgura las metas del FMI, y quedaba lugar para una expansión estacional en el último trimestre, sin salir de los candados del programa. Es decir, el flujo del crédito interno neto durante los primeros nueve meses del año, había sido de alrededor de menos 6 mil millones de nuevos pesos (mmnp), mientras que el techo para el mismo periodo era cercano a cero.
Esto significa que las autoridades monetarias pueden permitir una expansión de casi 16 mmnp en el último trimestre, cumpliendo con el techo acordado de los 10 mmnp para el año. No obstante, durante los últimos dos meses, el crédito interno neto ha aumentado en casi 15 mmnp, eliminando casi cualquier margen adicional para una mayor expansión durante diciembre. Para cumplir con la meta, el Banco Central sólo podrá aumentar el crédito en menos de 1.5 mmnp durante el siguiente mes, en que la demanda aumenta en forma importante por los aguinaldos y pagos de fin de año.
Es de suma importancia que el Banco de México cumpla cabalmente con este candado, no solamente por las expectativas de mayor inflación que podría causar el incumplimiento, sino por la credibilidad de la propia institución. Durante su primer año de autonomía, la institución se vio involucrada en decisiones de política delicadas, y se indujo una expansión muy criticada en el crédito interno neto que no fue informada oportunamente al público. Independientemente de si tal decisión fue correcta o equivocada, la credibilidad del Banco de México se vio afectada.
Para restaurar la credibilidad, el Banco de México se comprometió a cumplir con estas metas. El compromiso fue múltiple: con el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal de los Estados Unidos; con el gobierno de Canadá (como parte de las condiciones para la integración del Fondo de Estabilización de Emergencia); con el FMI (a través del Acuerdo de Facilidad Ampliada); con el Congreso de la Unión (a través de su informe al Congreso); con los sectores laboral y empresarial (a través del Pacto y la Alianza); y en general, con el pueblo de México.
Como todos los programas del FMI, no existe únicamente un solo candado. Desafortunadamente, el Banco de México ha ocultado esta información al público. Existen por lo menos seis metas adicionales: el cambio en las reservas internacionales netas; el endeudamiento neto total del sector público; el endeudamiento neto de corto plazo del sector público; el cambio en el crédito otorgado al sector privado y a los bancos comerciales por parte de la banca de desarrollo y los fideicomisos; el superávit primario del sector público; y el balance económico total del gobierno.
Una de las metas que no han podido cumplir y que ha ocasionado más presión en la expansión del crédito interno neto, es el del cambio en las reservas internacionales netas del Banco de México. En esta definición, no se pueden incluir los pasivos con el propio FMI y la meta para el año es de cero, es decir, obtener el mismo nivel de reservas netas (definición FMI) que teníamos al 31 de diciembre del año pasado. Según la información obtenida, tenemos 2,400 millones de dólares menos en reservas al día de hoy por esto resulta muy importante la colocación en el exterior que se esta llevando a cabo esta semana para incrementarlas.
Resulta preocupante que el Banco de México esté a punto del incumplimiento en varias de sus metas. Tenemos que recordar que el juicio último sobre esta institución esta claramente definida en el Articulo 28 de la Constitución: “Su objetivo prioritario [del Banco de México] será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.” En los últimos doce meses, el precio del dólar ha aumentado de 3.4498 al final de noviembre de 1994 a 7.65 (aproximadamente al final de noviembre de este año), lo cual representa una depreciación del 122 por ciento. Se prevé que la inflación del año va a terminar cerca del 53 por ciento, muy por arriba de las metas establecidas durante el año. Obviamente, estos resultados emiten un juicio devastador sobre el objetivo prioritario.
Si el Banco de México no logra cumplir con el único objetivo claramente dentro de sus posibilidades de acción, que es el tope del flujo del crédito interno neto durante el año, va quedar seriamente dañada la confianza y la credibilidad de esta institución. De dos años de autonomía, serian dos de malos resultados. Por lo mismo, resulta fundamental vigilar este indicador durante el último mes del año.
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