jueves, 13 de julio de 2000

¿Se Necesita más Blindaje?

 

Pulso Económico


¿Se Necesita más Blindaje?


Por: Jonathan Heath


El lunes pasado, la Secretaría de Hacienda anunció la extensión del Blindaje Financiero que se dio a conocer el año pasado.  Si es cierto que la economía está en muy buena forma, ¿para qué necesitamos el fortalecimiento financiero?

Según el Banco Mundial, México es un país “menos endeudado”, lo cual significa que el nivel de deuda externa es relativamente moderado para el tamaño de nuestra economía y exportaciones.  Si examinamos el perfil de amortización de nuestra deuda, es el más favorable que hemos tenido en las últimas tres décadas.  El tamaño del déficit de la cuenta corriente es muy manejable y financiado en su mayoría por flujos de inversión extranjera directa.  En general, los fundamentos macroeconómicos están en muy buenas condiciones.

Si este es el caso, ¿por qué necesitamos ampliar el Programa de Fortaleza Financiera?  ¿Acaso todavía existe el peligro de una crisis sexenal?

Hoy podemos afirmar con bastante seguridad que no existen las condiciones necesarias para generar una crisis financiera en nuestro país.  Los últimos grandes riesgos que quedaban estaban relacionados con el ambiente político y el entorno electoral, que ya parecen estar resueltos.  Aunque todavía quedan dudas acerca del desenvolvimiento de la economía norteamericana, esto representa un riesgo menor.  Podría ocasionar una desaceleración en la actividad económica, pero no sería suficiente como para generar una “crisis”.

No obstante, la política de blindaje no se limita a evitar una crisis financiera.  Más bien, es una política permanente de reestructuración de la deuda externa cuyo propósito es mejorar el perfil de amortización para evitar un abultamiento a corto plazo y aprovechar los posibles ahorros en su servicio.  Después de las experiencias de las crisis financieras recurrentes, las autoridades han aprendido la importancia de tener finanzas sanas y niveles manejables de deuda.  Esto incluye un servicio acorde a las posibilidades del país y una previsión ante cualquier contingencia o shock imprevisto del exterior.

El gobierno no puede jugarse un albur con el destino de la nación, como fue la emisión irresponsable de los Tesobonos en 1994.  En este sentido, podríamos decir que el programa actual es equivalente a un “anti-tesobono”, es decir, es un intento de reducir la deuda externa a corto plazo y asegurar que todos los vencimientos futuros estén asegurados.

La renovación y expansión de las líneas de crédito son acciones muy usuales y podríamos decir que casi automáticas.  El gobierno lo señala como parte de su programa continuo de fortalecimiento para que los mercados financieros estén seguros de que no habrá sorpresas en el futuro.  La reducción de la deuda externa mediante pre-pagos y el intercambio de deuda cara por deuda barata, es esencial para reducir la carga efectiva a través del tiempo.  Estas acciones no solamente fortalecen nuestra posición financiera con el exterior, sino que además le dan a los mercados la seguridad de que podremos lidiar con cualquier contingencia en el futuro.

Sin embargo, la decisión de pagar por completo la deuda con el FMI es de una naturaleza distinta.  En principio no conviene anticipar la amortización de esta deuda ya que sus condiciones son muy favorables para el país.  En este caso estamos liquidando una deuda “barata”.  Aquí la lógica es más bien sicológica, ya que será la primera vez en más de 20 años que no le vamos a deber dinero al FMI.

También es una forma de limpiar los compromisos del pasado para que el nuevo gobierno tenga mayor margen de maniobra y no esté atado a las obligaciones de los regímenes anteriores.  El gobierno actual esta minimizando la posibilidad de reclamos del gobierno entrante.  No solamente se va a heredar una economía sana, sino con menos deuda y obligaciones con el exterior.

Por último, representa la culminación de un gran esfuerzo del Presidente Zedillo por restablecer el orden financiero en nuestro país.  En su primer año de mandato, éramos el deudor más grande del FMI de todo el mundo.  Rompimos record en cuanto a la cantidad que debíamos a este organismo en toda su historia.  Cinco años después, en el último de Zedillo, eliminamos por completo esta deuda.

Los pre-pagos de deuda y la renovación de las líneas de crédito fueron preparados hace más de un mes.  Sin embargo, el gobierno decidió no anunciarlo antes para que no se interpretara como un truco electoral.  Enhorabuena.

Es importante reconocer la gran labor de la Secretaría de Hacienda en este rubro.  Ahora que Vicente Fox busca funcionarios profesionales, con talento, honestos y comprometidos con el futuro de nuestro país, haría bien en asegurar que el Director General de Crédito, Carlos García Moreno, repita en su puesto.


Sugerencias y comentarios al email: heath@infosel.net.mx


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