jueves, 22 de junio de 2000

¿Y el Ahorro Interno?

 

Pulso Económico


¿Y el Ahorro Interno?


Por: Jonathan Heath®


En años anteriores, el gobierno puso mucho énfasis en el papel del ahorro interno como elemento crucial para aspirar a un crecimiento sostenido con estabilidad.  Sin embargo, ahora que el crecimiento de la economía alcanza las metas trazadas, se ha dejado de mencionar el desempeño del ahorro.

La semana pasada el INEGI dio a conocer que la tasa de crecimiento del consumo privado del primer trimestre fue de 9.2 por ciento, la más elevada en las últimas décadas.  Aunque es noticia positiva que la población consume más, cuando el consumo crece más que el PIB es muy probable que el ahorro interno esté disminuyendo.  En los últimos dos años el ahorro interno bruto (como proporción del PIB) ha decrecido y nos hemos alejado de las metas del gobierno para este año.  Por lo mismo, vale la pena examinar estas cifras y su desempeño.

Primero una aclaración metodológica.  Cuando se calculan relaciones de variables al PIB, es importante hacerlo en términos nominales, es decir, no utilizar cifras reales.  La razón es que se estarían utilizando diferentes deflactores de precios, lo que implícitamente lleva a incluir en la relación una razón de precios cuya interpretación es difícil.  Por ejemplo, el periódico El Financiero publicó ayer un reportaje sobre el ahorro interno en su sección de análisis, utilizando cifras reales.  El problema es que sus cifras incluyen (sin que se haga explícita) la relación entre el deflactor del PIB y el deflactor de la inversión y por lo tanto, las conclusiones son confusas.

Al examinar las cifras de ahorro nos encontramos primero que el ahorro total bruto aumenta de 23.2 por ciento en el primer trimestre del año pasado a 25.0 por ciento en 2000.  Si separamos el ahorro entre interno y externo, podemos ver que este aumento se explica por una combinación de una mejoría en el ahorro interno y una disminución en el ahorro externo.  El ahorro externo, que por definición es el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, registró 3.0 por ciento del PIB comparado a 3.2 por ciento el año pasado.  Esta es una buena noticia ya que se ha contenido el ahorro externo a un número muy manejable a pesar de la recuperación en la actividad económica y la fortaleza del tipo de cambio.

Segundo, vemos que la relación del ahorro interno bruto al PIB aumentó a 22.0 por ciento en el primer trimestre de 20.0 por ciento en el mismo trimestre del año anterior.  En principio esta es buena noticia ya que este nivel es el más elevado desde el primer trimestre de 1998 y representa un cambio importante en la tendencia declinante de los últimos dos años.

Sin embargo, al examinar con un poco más de detalle la cifra, nos encontramos que la explicación radica completamente en una recuperación importante en el cambio en inventarios de las empresas, que pasan a 5.0 por ciento del PIB de 2.6 por ciento el año pasado.  Si le restamos el cambio de inventarios al ahorro interno bruto, encontramos que el ahorro neto de inventarios disminuyó ligeramente, de 17.4 por ciento en el primer trimestre de 1999 a 17.0 por ciento en 2000.

Dado que el componente de inventarios es muy inestable y depende más bien de decisiones de producción de las empresas, la parte del ahorro interno que más nos debe de preocupar es precisamente el neto de inventarios.  Si nos fijamos en esta relación encontramos que, con la excepción de 1998, ya existido una tendencia al alza desde 1995.  En 1998 empezamos a observar una recuperación en el consumo privado, lo que afectó al ahorro.  Sin embargo, las crisis externas de fines de 1998 ayudaron a contener el crecimiento del consumo y de nuevo se observó una mejoría en el ahorro.  Ahora que el consumo vuelve a tomar fuerza se observa una disminución en el ahorro interno neto, lo cual puede continuar en el transcurso del año.  Por lo pronto no es signo de alarma, pero de continuar esta tendencia pudiera perjudicar el crecimiento a más largo plazo.

Otra forma de ver estas cifras de ahorro es por el lado de la inversión, ya que la contabilidad nacional nos dice que el ahorro es igual a la inversión.  La inversión bruta total se puede separar en inversión fija bruta y cambio en inventarios.  Dado que el cambio en inventarios aumentó 2.4 puntos porcentuales del PIB con relación al mismo trimestre del año pasado, la inversión fija bruta tiene que haber sido menos.  De 20.6 por ciento del PIB en 1999, disminuyó a 20.0 por ciento en 2000.  Esto significa que más que invertir en nuevas fábricas o en ampliar la capacidad instalada de las empresas, el sector privado se dedicó a incrementar sus inventarios después de que la relación de cambio en inventarios a PIB en lo que va del sexenio llegó a su nivel más bajo en el último trimestre del año pasado.


Sugerencias y comentarios al email: heath@infosel.net.mx


No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Marcha de la Economía

  Pulso Económico La Marcha de la Economía Por: Jonathan Heath ® Las autoridades monetarias han manifestado su preocupación por los efectos ...