Pulso Económico
Los Candidatos y la Política Monetaria
Por: Jonathan Heath
Este es el quinto de una serie de artículos en los que se analiza el pensamiento de los candidatos viables a la presidencia. En esta ocasión analizamos la política monetaria.
Después de 63 meses, México tiene inflación de un dígito. A raíz del golpe de la devaluación de diciembre de 1994, la inflación tomó una tendencia alcista en 1995 y llegó a su pico, 51.96 por ciento, en diciembre de ese año. Después pasaron 51 meses antes de que la inflación volviera abajo de 10 por ciento.
En el transcurso de este periodo, el Banco de México ha enfrentado una crisis de credibilidad, ya que no ha encontrado la manera de abatir la inflación en forma más efectiva. La política monetaria ha sido básicamente acomodaticia, lo cual significa que no es una política agresiva. Se le ha criticado por utilizar el instrumento poco efectivo de los cortos, que a través de señales induce un aumento en las tasas de interés para disminuir la demanda de dinero. Sin embargo, los últimos años han registrado un crecimiento acelerado en la oferta de dinero y la reducción de la inflación ha sido sumamente lenta.
En principio el Banco Central es una entidad autónoma del gobierno federal, que decide en forma independiente las directrices para abatir la inflación. Por lo mismo, es importante que exista un respeto mutuo entre la autoridad monetaria y el Poder Ejecutivo. Sin embargo, sigue siendo el Ejecutivo él que nombra a los miembros de la Junta de Gobierno y se necesita su cooperación para erradicar el aumento sostenido en los precios. Esto nos llevó a preguntar a los candidatos si están de acuerdo con la conducción de la política monetaria actual y por qué.
Cuauhtémoc Cárdenas opina que es un error llevar a cabo una política monetaria que mantenga o promueva la sobrevaluación del peso. Incluso, las mismas normas del gobierno federal (por ejemplo, el Plan Nacional de Desarrollo) hablan de la necesidad de evitar que el peso se desvié de su valor real con otras monedas. Por lo mismo, ir a una sobrevaluación, que según distintas estimaciones puede ser entre 15 y 25 por ciento, es volver a prácticas que nos han dejado experiencias amargas.
Vicente Fox ve como algo muy positivo la independencia del Banco de México, aunque asegura que falta avanzar más en esa materia. En cuestión de la política cambiaria, no es tan importante el sistema que se esté siguiendo, si el de flotación o un Consejo Monetario, sino que atrás haya una disciplina férrea en el cumplimiento de las variables de la economía. En este sentido, es de suma importancia la cooperación de la política fiscal para no dejar a la política monetaria operando sola, sin apoyo. Por lo mismo, Fox propone tener un superávit fiscal a partir del cuarto año de gobierno, junto con una balanza de pagos nivelada y equilibrada. Si se cumple con la disciplina en todas las tareas macroeconómicas que están en manos del gobierno, el resultado es una moneda firme y un sistema monetario estable que le da fuerza y salud a la economía.
Uno de los puntos en que puede influir bastante el Presidente es la designación del siguiente Gobernador del Banco, cuyo periodo empezaría a partir de 2004. Por lo mismo, se le preguntó a los candidatos sobre cuál sería su perfil ideal, si debiese ser más político y ser sensible a las inquietudes de la población o ser un tecnócrata especializado en el tema. Aquí las respuestas fueron diametralmente opuestas.
Fox opinó que el Gobernador ciertamente tiene que ser un profesional especializado en el tema, de carácter fuerte, que no se deje manejar de ninguna manera, ni por compasión, ni por el gobierno, ni por el Presidente de la República, ni por ningún elemento que no contribuya a alcanzar la meta que debe tener el Banco de México, que es la estricta disciplina en las políticas monetaria e inflacionaria.
Cuauhtémoc Cárdenas respondió que la sensibilidad respecto a la situación política y la situación social siempre es útil en cualquier función. Quien solo se maneje con cifras, quien solo se maneje dentro de un escritorio frente a la computadora sin saber lo que sucede a su alrededor está finalmente fuera de la realidad.
Esta diferencia de opinión entre los dos candidatos más importantes, refleja filosofías opuestas. Mientras que Fox respetaría la autonomía del Banco a través de la designación de un Gobernador ajeno a la política y comprometido con el abatimiento de la inflación, Cárdenas limitaría la autonomía con un Gobernador político, que con un solo instrumento estaría tratando de resolver múltiples problemas en todo el país.
¿Y Labastida? Como no respondió al cuestionario, suponemos que se manejaría en la ambigüedad de ambos enfoques.
Sugerencias y comentarios al email: heath@infosel.net.mx
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