jueves, 10 de junio de 1999

¿Seguirá Bajando la Inflación?

 

Pulso Económico


¿Seguirá Bajando la Inflación?


Por: Jonathan Heath


El Banco de México dio a conocer ayer la inflación del mes de mayo, que confirma la tendencia descendente iniciada hace cuatro meses.  Es interesante observar que la baja se produce por los mismos factores que la elevaron el año pasado.

La inflación correspondiente a mayo fue de 0.60 por ciento, principalmente por la disminución de los precios de la electricidad y del gas doméstico.  Si anualizamos este dato, es decir, si calculamos cuánto sería la inflación de 12 meses suponiendo que el 0.60 por ciento se repitiera todos los meses, obtenemos una inflación de 7.46 por ciento. Esta cifra es sustancialmente menor a la meta oficial de 13 por ciento al año.

La inflación acumulada en el año es de 6.47 por ciento, lo que significa que no podrá ser mayor a 6.13 por ciento en lo que resta del año para alcanzar su meta.  Esto es el equivalente a 0.86 por ciento mensual.  Después de estimar casi imposible su cumplimiento durante los últimos meses, por primera vez en mucho tiempo parece ser factible que las autoridades monetarias podrán acercarse a su objetivo.  De ocurrir este acontecimiento, sería inclusive posible llegar a la tan anhelada cifra de un solo dígito para el año 2000.

¿Qué es lo que necesitamos para cumplir con la meta y llegar a un dígito el año entrante?  Primeramente, la ausencia de shocks como los del año pasado.  La crisis asiática, la recesión de Japón, la caída en el precio internacional del petróleo, el desplome de la economía rusa, el fenómeno climatológico de “el Niño”, el retiro del subsidio a la tortilla, el “gazolinazo” de noviembre y el ataque especulativo en contra del  real brasileño, fueron factores que no solamente inyectaron volatilidad a nuestros mercados financieros, sino que además indujeron presiones inflacionarias importantes.  El efecto principal fue a través de la depreciación acelerada del tipo de cambio, consecuencias de la reducción de los flujos de capital a escala mundial.  Sin embargo, también influyeron los incrementos especiales en los precios de frutas, legumbres, tortillas y gasolina. 

De darse de nuevo uno o varios shocks de este tipo, es muy probable que el tipo de cambio se ajuste de nuevo.  Dado que se espera que la actividad económica se vaya recuperando y que el déficit comercial se incremente, van a existir presiones sobre el tipo de cambio.  Si a esta situación le agregamos más volatilidad externa, será difícil seguir abatiendo la inflación.  Ya nos hemos llevado dos sustos: primero, la devaluación del real brasileño en enero y después el cambio en la postura monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Es interesante observar que los mismos factores que dieron a pie a que la inflación subiera el año pasado, son los que explican su disminución ahora.  En 1998 se presento una depreciación acelerada en el tipo de cambio ahora se ha apreciado.  El año pasado hubo un aumento en las frutas y legumbres a raíz de las sequías y las inundaciones y este año a disminuido sus precios. Anteriormente experimentamos alzas en los precios públicos, como tortillas y gasolina.  Ahora son otros precios públicos los que están disminuyendo: el gas doméstico y la electricidad.

Esto nos lleva al segundo riesgo que habría que evitar.  Se están produciendo sequías en varias partes del país, que podrían ocasionar incrementos en los precios de ciertas cosechas.  De ser así, de nuevo se dificultaría la lucha inflacionaria.

Tercero, es primordial que el Banco de México mantenga su postura restrictiva por un largo rato.  Inclusive, si se presenta algún shock del exterior o se acelerara demasiado la actividad económica, será necesario incrementar el famoso “corto”.  Parece que las autoridades monetarias están encontrando poco a poco una mayor aceptación por parte de la sociedad de abatir por fin la inflación.  Es importante que aprovechen esta coyuntura, dado que difícilmente se va a presentar de nuevo.

Todo apunta a que la inflación puede seguir su tendencia descendente.  Un buen ejemplo lo tenemos en el comportamiento de los precios productor que en la mayoría de los casos van adelante de los precios consumidor sea mayor después de un pequeño rezago.  Sin embargo, últimamente se ha observado justamente lo contrario; los precios al productor han tenido incrementos sustancialmente menores a los precios al consumidor.  En lo que va del año, la inflación al productor ha sido de 3.96 por ciento, casi 3 puntos porcentuales menores que el consumidor.

Los siguientes tres meses serán clave, ya que representan los meses de inflación más bajos del año.


Comentarios, observaciones y críticas al Email: heath@infosel.net.mx


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