jueves, 25 de marzo de 1999

Los Equilibrios Macroeconómicos

 

Pulso Económico


Los Equilibrios Macroeconómicos


Por: Jonathan Heath


La desaceleración de la actividad económica, que se manifestó a partir del último trimestre del año pasado, va a permitir que mejoren el ahorro interno y el déficit en la cuenta corriente.  De esta manera, la economía mexicana será menos vulnerable al iniciar el último año del sexenio.

La noticia de la inflación de la primera quincena de marzo fue sumamente agradable, ya que confirma las expectativas de una menor inflación para el año.  Justamente  dos de las variables que explicaron su incremento en la segunda mitad del año pasado son las que explican su disminución ahora: el movimiento del tipo de cambio y los precios de las frutas y legumbres.  Esto significa que los shocks que afectaron a la economía mexicana fueron de carácter temporal y ahora observamos el regreso a la situación de la economía hace 9 meses.

Tanto el tipo de cambio como las tasas de interés, la inflación y el índice de la Bolsa retoman los niveles que tenían antes del desmoronamiento de la economía rusa y el desplome brasileño.  Inclusive, el gobierno anunció ayer la colocación de un nuevo bono global por mil millones de dólares, con lo cual se confirma la recuperación de los mercados de capital.  Seguramente dentro de poco tiempo también deberíamos de observar una recuperación en el ritmo de crecimiento económico.

No obstante la euforia que experimentan los mercados, deberíamos agradecer la desaceleración de la actividad económica, que se manifestó a partir del último trimestre del año pasado y que se acentúa en estos meses.  El ritmo de crecimiento de la economía estaba induciendo una expansión muy rápida en el déficit de la cuenta corriente y una disminución peligrosa en el ahorro interno.  Estas dos variables son claves no solamente para el buen desempeño de la economía a través del tiempo, sino además para evitar la necesidad de un ajuste repentino y traumático en la economía.

El Banco de México reportó que el déficit en la cuenta corriente del año pasado registró 15.8 mil millones de dólares, equivalente al 3.8 por ciento del PIB.  Este monto más que duplica la cifra de 1997 (1.8 por ciento) que a su vez es más del doble que déficit llegó a representar 4.7 por ciento del PIB.  De haberse sostenido esta tendencia, sin el beneficio de la desaceleración de la economía, podríamos haber llegado a observar un déficit cercano a al 6 por ciento en este año, cifra demasiado elevada para nuestra economía.  Hubiera implicado un nivel de vulnerabilidad que no necesitamos para iniciar el último año del sexenio.

Al mismo tiempo, el ahorro interno muestra una tendencia declinante a partir del primer trimestre del año pasado.  Después de haber registrado un nivel récord de 24.2 por ciento del PIB en 1997, cayó a 20.5 por ciento en 1998.  A partir del momento en que la tasa de crecimiento del consumo privado supera la del PIB, es casi un hacho que el ahorro interno va a disminuir.  En el transcurso del año pasado, el consumo privado creció 6.5 por ciento, por arriba PIB, que aumentó 4.8 por ciento.

Afortunadamente, el gasto en consumo se desaceleró sustancialmente en el último trimestre del año pasado, creciendo apenas 2.3 por ciento, abajo del incremento del PIB que fue 2.6 por ciento.  Esto ayudó a contener la caída en el ahorro, que registró una proporción de 18.9 por ciento del PIB en el periodo.  En su punto máximo, el ahorro interno bruto llegó a 28.7 por ciento del PIB en el primer trimestre de 1997.

Las cuentas nacionales consideran la variación en inventarios como un componente del ahorro interno y es el elemento que más explica su desaceleración.  Al presentarse un panorama de crecimiento menor, los empresarios empiezan a reducir el ritmo de producción y utilizan más de sus inventarios para satisfacer sus ventas.  También el incremento en las tasas de interés hace más costoso mantener existencias elevadas.  A pesar de que este factor es el que explica casi la totalidad de la disminución del ahorro, también se puede observar una ligera caída en el resto del ahorro.

El mismo gobierno ha puesto mucho más énfasis en el papel de ahorro y su importancia para evitar trastornos futuros.  Por lo mismo, es esencial evitar que siga cayendo.  Un déficit elevado en la cuenta corriente junto con el nivel reducido del ahorro interno, es una situación que debemos evitar a toda costa.

Por lo mismo, la desaceleración en la economía tiene su lado positivo.  Va a ayudar a interrumpir la tendencia alcista en el déficit externo y a estabilizar el nivel del ahorro interno.


Comentarios, observaciones y críticas al Email: heath@infosel.net.mx


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