Pulso Económico
La Doble Crisis
Por Jonathan Heath
Se ha comprobado que la liberación financiera provoca la crisis bancaria, que a su vez provoca la crisis externa. ¿Por qué no nos dijeron esto hace 10 años?
A raíz de las crisis bancaria y de balanza de pagos de 1994en México, se desataron una gran cantidad de investigaciones sobre la materia. Muchos estudios se dedicaron a analizar las causas de las crisis, mientras que otros buscaron establecer indicadores de avance para anticipar una nueva. Ahora que muchos de los países asiáticos experimentan problemas, tanto en sus sistemas bancarios como en sus balanzas de pagos, estos estudios se han intensificado.
Una línea de investigación es la de analizar la relación entre las dos crisis, es decir, entre los problemas bancario y de balanza de pagos. Al contemplar la experiencia de alrededor de 20 países en Asia, Europa, América Latina y Medio Oriente, entre 1970 y 1995, se encuentra que han existido más de 70 crisis en sus balanzas de pagos. Al mismo tiempo, se encuentra que estos mismos países sufrieron 25 crisis bancarias.
Al examinar más de cerca estas experiencias, se encuentra que durante la década de los 70 hubo 25 crisis de balanza de pagos, y, apenas 3 crisis bancarias A partir de los 80 se mantiene más o menos la misma proporción de crisis de balanza de pagos, mientras que el número de crisis bancarias se cuadruplica. La explicación de la relativa ausencia de crisis bancarias en los 70 se debe a la mayor supervisión bancaria que existía en ese periodo. La liberación financiera empieza a dominar a partir de los 80 y con ella se experimenta cierto relajamiento en la regulación y supervisión.
También se encuentra que en más de la mitad de los casos de una crisis bancaria, hubo una crisis en la balanza de pagos dentro de los siguientes tres años. En una cuarta parte de los casos, hubo una crisis en la moneda del país en menos de un año. Sin embargo, son pocos los casos en que se da primero una crisis externa y después la crisis bancaria. La evidencia apunta a que un sistema bancario en problemas reduce el margen de maniobra del Banco Central para defender su moneda.
En el caso específico de México, las autoridades monetarias no quisieron aumentar demasiado las tasas de interés en 1994 dada la fragilidad de los bancos. Sin embargo, esta acción complicó la situación de la balanza de pagos y eventualmente se tuvo que devaluar la moneda. Esta situación no fue exclusiva de nuestro país, sino más bien un patrón que se puede observar en muchos países que experimentaron crisis externas.
Otra conclusión importante es la relación entre crisis bancarias y liberación financiera. En 18 de las 25 crisis bancarias, se encuentra que el sector financiero había experimentado una liberación. La evidencia sugiere que las dobles crisis pueden tener orígenes comunes en la desregulación del sistema financiero y los “booms” de crédito que, en la mayoría de los casos, procede. Se ha encontrado que es el aumento en el crédito del sistema bancario al sector privado el que termina financiando un boom de importaciones y un deterioro en la cuenta corriente, que siempre se observa antes de una crisis de la moneda.
Aunque que la liberación financiera no ayuda mucho para predecir crisis externas, es muy significativa para proyectar la probabilidad de una crisis bancaria. Esto significa que si un país decide liberar su sistema financiero como lo hizo México hace menos de diez años, es altamente probable que tenga una crisis bancaria. Una liberación debe de venir acompañada de un marco regulatorio bien elaborado y una supervisión muy estrecha.
Lo interesante de estos estudios es que no fueron elaborados por partidos políticos de oposición o instituciones académicas de izquierda. Estas son las conclusiones del Fondo Monetario Internacional y de la Reserva Federal de Estados Unidos. Son las conclusiones de las mismas instituciones que hace diez años estaban presionando a la mayoría de los países emergentes para llevar acabo las reformas estructurales y las liberaciones comercial y financiera. Sin embargo, en ese momento nunca nos dijeron que habría que tener cuidado con los efectos secundarios.
Cada vez se está llegando a un consenso acerca de las causas de la doble crisis que padecimos. Existían problemas estructurales de fondo que no permitían que la economía fuera capaz de generar sus propias divisas. Había ineficiencias que llevaban a un mal uso de los recursos. Para solucionar problemas se utilizaba una política de déficit público recurrente, que terminaba por complicar la situación y producir problemas adicionales. Para corregir esto a fondo, se decidió acudir a las recomendaciones de la comunidad internacional y se llevaron a cabo reformas estructurales de liberación, desregulación y privatización.
El saneamiento de las finanzas públicas liberó una gran cantidad de recursos bancarios. Esto se dio en un contexto de liberación financiera que eliminó el encaje legal y los cajones selectivos de crédito. Se llevó a cabo la privatización bancaria y se vendieron los bancos a personas sin experiencia ni capacidad técnica. Por lo mismo, hubo un boom de crédito en un contexto de baja supervisión y liberación comercial, que condujo a un incremento importante en la cartera vencida.
El gobierno había utilizado la política cambiaria para abatir rápidamente la inflación. Sin embargo, ésta reducía el control que se podía ejercer sobre la política monetaria. Como resultado de varios shocks (tanto internos como externos) en la economía, las autoridades monetarias encontraron que su política era incapaz de mantener el tipo de cambio dentro de sus bandas de intervención sin perjudicar la situación de los bancos. Al final de cuentas, terminaron por provocar las dos crisis.
Puede ser que una economía que utiliza los mecanismos de mercado sea más eficiente que otra que los ignora. Sin embargo, la transición de una a otra es sumamente compleja y problemática en su propio derecho.
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