jueves, 12 de marzo de 1998

¿Señales Claras Sobre el Rumbo Económico?

 

Pulso Económico

¿Señales Claras Sobre el Rumbo Económico?

Por: Jonathan Heath©


Ante un deterioro notable de las expectativas de crecimiento económico, el gobierno parece titubear y mandar señales confusas.  Mientras tanto, el Banco de México deja de ser un simple observador y decide convertirse en actor.

Los mercados financieros se han comportado evidentemente nerviosos durante las últimas semanas ante un deterioro notable de las expectativas de crecimiento económico para el año.  Los precios de las acciones que se cotizan en la –Bolsa han disminuido ante una apatía por parte de los inversionistas.  El tipo de cambio sigue presentando señales de debilitamiento ante una oferta escasa.  Las tasas de interés vuelven a subir ante la percepción de un mayor riesgo.

Una de las explicaciones principales de este comportamiento es que se está forjando una debilidad económica a nivel mundial como consecuencia de la volatilidad financiera internacional, básicamente como resultado de la crisis asiática.  Sin embargo, la preocupación de fondo esta en el precio internacional del petróleo.  Hacia fines de la semana pasada ya habíamos observado un decremento de 32.7 por ciento en el precio de la mezcla con respecto al precio de principios de año.  En los últimos tres días, éste presentó una caída adicional de 7 por ciento, llegando a 10.19 dólares por barril (dpb), más de 3 dólares por debajo del precio corregido en el presupuesto para 1998 (que es de 13.59 dpb).

A nivel mundial existe actualmente una sobreoferta de petróleo, como resultado de una baja en la demanda por las condiciones climáticas y por una producción que sigue creciendo.  Todo indica que algunos de los países importantes han tomado una actitud inflexible ante la  posibilidad de reducir su producción.  Arabia Saudita y Venezuela, dos países claves dentro de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), han dicho tajantemente que no recortarán su producción y permanecen peleados.  Aunque existen posibilidades de una reunión extraordinaria de la OPEP para discutir formas de reducir su oferta, parece ser que no se presentará un aumento sustancial en el precio del barril en los próximos meses.

Por lo mismo, se ha desatado mucha especulación en torno a un recorte adicional al presupuesto de la Federación, especialmente al tomar en cuenta que el gobierno depende mucho de los ingresos petroleros.  Ya con los recortes anunciados previamente, se espera que el crecimiento económico pudiera ser casi medio punto porcentual menor a su estimación original.  Sin embargo, si la disminución en el precio del crudo resulta cinco dólares menos de lo presupuestado en vez de dos, deberíamos de disminuir la expectativa de crecimiento económico en más de un punto porcentual. Esto  significa que se podría esperar un aumento del 4 por ciento en la actividad económica este año en vez del 5.2 por ciento de que se hablaba a fines del año pasado.

No se ha hecho mucho por mejorar esta percepción negativa, ya que las declaraciones oficiales parecen contradictorias, ambiguas y pocas precisas.  Basta con comparar los encabezados del Reforma y El Economista del día de ayer para ejemplificar esta indefinición.  Mientras que Reforma enfatiza las declaraciones del Secretario de Hacienda con el encabezado: “Rechaza Gurría ajuste adicional”, El Economista reporta que “No descartan nuevo ajuste presupuestal”.  Aunque en el fondo realmente no existe tal contradicción, la forma de presentar los hechos contribuye a la confusión.  De hecho, Reforma enfoca la noticia en cuanto al corto plazo, es decir que no hay un ajuste adicional inminente, mientras que El Economista habla de la eventualidad de que el precio del petróleo no se recupere.

La clave, aparentemente, es que no existen señales claras de parte del gobierno sobre lo que pasará en términos de la política económica.  Nadie puede decir con claridad si habrá recortes adicionales o no, si deberíamos revisar a la baja la expectativa de crecimiento o no, si deberíamos esperar más inflación o no.  Esto significa mayor riesgo para los inversionistas que necesariamente demandarán más dólares para protegerse ante los vaivenes del mercado.

Por lo pronto, el Banco de México o se está quedando quieto y ya anunció el primer “corto” en más de un año para contrarrestar las presiones especulativas en contra del peso.  Preocupadas por el incremento en las expectativas inflacionarias y la depreciación acelerada del peso, las autoridades monetarias están buscando contrarrestar la incertidumbre a través de un  mayor premio al riesgo.

Realmente es simbólico el monto que está utilizando en esta primera ocasión, ya que 20 millones de pesos apenas representan el 0.02 por ciento de la base monetaria y en ocasiones anteriores se han empleado montos superiores.  Sin embargo, tenemos que recordar que más que una política monetaria verdaderamente restrictiva, lo que está haciendo el Banco es mandar una señal de que las tasas de interés deberían de incrementarse para inducir a los inversionistas a mantener sus posiciones en pesos y así reducir la demanda de dólares.


Comentarios y observaciones al correo electrónico: heath@infosel.net.mx


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