jueves, 15 de enero de 1998

La Política Informativa

 

Pulso Económico


La Política Informativa


Por: Jonathan Heath©


La difusión oportuna de la información estadística es muy importante para la toma de decisiones en muchos ámbitos de la vida empresarial y financiera.  Afortunadamente, hemos visto en nuestro país un avance sustancial en esta materia durante las últimas décadas.

Hace veinte años la mayoría de las estadísticas económicas se manejaba en forma confidencial dado que prevalecía la idea de que la información es poder, entre menos conocía el público en general, mejor.  Poco a poco con el tiempo, hemos ido cambiando esta percepción hacia otra noción mucho más funcional, de que la información debería de ser un bien público.  Por lo mismo, hoy en día se trata de procesar la información lo más rápido posible y divulgarla inmediatamente por los medios más amplios que permite la tecnología actual.  Aquí la labor del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) ha sido primordial para empujar, ampliar, mejorar y divulgar cada día mejor los indicadores económicos del país.  Hoy en día contamos con un calendario de difusión en el que establece un compromiso de divulgación oportuna.

No obstante, a nivel mundial no existe un consenso sobre cuál debería ser la política de divulgación.  En el caso de México nos queda claro que entre más transparencia, mejor dados nuestros antecedentes de manejo discrecional y a veces obscura.  Sin embargo, existen razones a favor y en contra de cada una de las diferentes opciones, por lo que la decisión final no queda tan clara.

En principio podríamos pensar en tres posibilidades.  La primera sería dar a conocer la información cuando se tenga, sin ningún compromiso acerca de una fecha exacta.  Por un lado, esto le otorga una mayor flexibilidad y menos presión a la institución emisora.  Sin embargo, se presta a interpretaciones obscuras y es la opción menos transparente de todas.  Por ejemplo, se podría pensar que no se dan a conocer públicamente los datos hasta tener el visto bueno de algún funcionario público, o que se está dando margen a un cambio en una cifra por cuestiones políticas, o que se está permitiendo una ventaja a través de información privilegiada a alguien o a algún sector, o simplemente que se está dando a conocer la información en el momento político más oportuno.

La segunda opción considera la publicación de un calendario previo en el cual se compromete a fechas límite para dar a conocer la información.  De esta forma si la institución emisora obtiene la información anticipadamente la puede divulgar en su momento sin tener que esperar a la fecha prometida.  Sin embargo, también se presta a interpretaciones nebulosas.

Por ejemplo, en agosto del año pasado el INEGI dio a conocer el dato muy positivo del PIB del segundo trimestre un día antes de lo prometido, dado que ya había terminado el cálculo.  Sin embargo, coincidió con la deplorable noticia del asesinato del hermano del entonces Secretario de Hacienda.  Pareció así que se había divulgado el dato en forma anticipada en busca de una reacción favorable de los inversionistas, especialmente porque el INEGI sigue dependiendo de la Secretaría de Hacienda-

La tercera opción es la de dar a conocer la información en una fecha preestablecida, sin ninguna excepción.  De preferencia, hasta en una hora predeterminada para evitar absolutamente cualquier interpretación equivocada.  De esta forma se evita la práctica de dar a conocer una noticia negativa en la noche, después de haber cerrado los mercados o los periódicos.  Esta política, que no permite ningún margen de flexibilidad, es la más transparente.

Obviamente para un país en busca de mayor credibilidad, esta opción es la mejor.  Por lo mismo, se tiene que felicitar al INEGI por su decisión de dar a conocer todas sus estadísticas exactamente a las 14:30 horas del día preestablecido en su calendario de difusión.

La discusión acerca de cuál de todas las opciones es la que se recomienda para la norma mundial apenas va a empezar.  Dentro de unas tres semanas, México que representa la Presidencia de la Comisión de Estadísticas de la ONU a través de la figura de Carlos Jarque, va a organizar un seminario internacional para discutir el tema.

De todos modos, el INEGI está a la vanguardia de la política informativa.  No todos los países del primer mundo tienen un calendario para la difusión oportuna de su información.  Según los datos que reporta el INEGI, apenas un 30 por ciento de los países pertenecientes a la OCDE lo tienen.  Es realmente sorprendente encontrar que la gran mayoría de estos países tienen un rezago importante en cuanto a los avances mundiales de difusión de la información, especialmente por lo que se refiere a tecnología de punta.

El rezago existente entre el periodo reportado y la divulgación del dato se ha reducido en una forma importante debido principalmente a los avances tecnológicos en el procesamiento de datos.  Sin embargo, nos encontramos con países como Suiza, que tarda cinco años en procesar sus censos de población, cuando en México el periodo es de menos de un año.

Aun en países como Alemania encontramos un atraso impresionante.  Por ejemplo, ellos dan a conocer sus estadísticas mensuales más o menos 50 días después del cierre del periodo.  De estos 50 días, los primeros 25 son para la recopilación de los datos y los últimos 25 son para su procesamiento.  En cambio, el INEGI tarda más o menos 45 días para divulgar la información, pero con una gran diferencia.  Por las dificultades en obtener la información de las fuentes, aquí necesitamos 42 días para recopilar la información, pero apenas tres para su procesamiento.  Obviamente, el INEGI ha aprovechado la tecnología disponible para acortar el periodo de procesamiento al mínimo, cuando Alemania no lo ha hecho.

Uno supondría que los demás países de la OCDE deberían estar más adelantados que México, sin embargo nos encontramos que no es el caso.  Una de las explicaciones es que la edad promedio de las personas que realizan las estadísticas en los países europeos es avanzada y tienen décadas haciéndolas de la misma forma.  Tampoco han aprovechado la tecnología disponible para actualizar sus equipos y por lo mismo, utilizan algunos muy viejos.

En este sentido, tenemos que reconocer la labor del INEGI.  Es más a nivel internacional se está utilizando al INEGI cada vez más como el ejemplo a seguir para otros países en cuanto al manejo de información.  Por ejemplo, la página del INEGI en el Internet es utilizada para el prototipo para los demás.  No es ninguna casualidad que la ONU designara al Presidente del INEGI, Carlos Jarque, para presidir la Comisión de Estadísticas.  Más bien, es un reconocimiento a la persona, a la institución y al país, por estar a la vanguardia del manejo oportuno de la información.


Comentarios y observaciones al correo electrónico: heath@infosel.net.mx


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