Pulso Económico
La Comunicación de la Política Monetaria
Por: Jonathan Heath©
El lunes de esta semana el Banco de México se dio a conocer el Programa de Política Monetaria para 1998, que por ley se tiene que difundir en enero de cada año. Podríamos decir que básicamente se confirma la misma política que se ha venido manejando desde hace tres años y que no hubo sorpresa alguna.
En el documento presentado se manejan tres elementos fundamentales: (1) Se ajustará diariamente la base monetaria para corresponder a la demanda de dinero de tal forma que la política monetaria va ser neutral en términos generales, (2) Se reserva el derecho de ajustar la postura diaria a través de operaciones de “cortos” o “largos”, según se presenten las circunstancias que lo ameritan, y (3) Se continuarán con los esfuerzos de mejorar la comunicación y ser lo más transparente posible en cuanto a las intenciones de la política monetaria. En estos tres elementos no existe ningún cambio con respecto al manejo de la política monetaria durante el año pasado.
Por lo mismo, llama la atención la interpretación de los principales medios impresos en relación a esta exposición. El Financiero reportó que “el Banco Central se reservaría el derecho de ajustar la postura de la política monetaria pudiendo restringir o relajar”, como si fuera una gran noticia, a partir de este año. Sin embargo, siempre se ha reservado este derecho y lo ha ejercido cuando ha sido necesario. En 1995 las autoridades monetarias aplicaron tanto “largos” como “cortos” durante el año, prevaleciendo más la práctica de los “largos”, por lo que pudiéramos concluir que la política monetaria fue relativamente laxa durante ese año. En 1996 aplicaron consistentemente “cortos” durante la mayor parte del año, mientras que en 1997 no utilizaron ni el uno ni el otro. No obstante, siempre se reservaron el derecho de hacerlo y la única excepción fue la primera mitad de 1997, antes de las elecciones, cuando anunciaron que no utilizarían la política de “largos” para no enviar un mensaje que se pudiera malinterpretar.
El Economista anunció a ocho columnas que habría “Guerra a la Inflación en 1998”, también como si no la hubiera habido en años anteriores. Sin embargo, este año representa la meta menos ambiciosa de los últimos tres en términos de abatimiento inflacionario. Esto no quiere decir que no habrá un esfuerzo para reducir el aumento de precios, pero tampoco podemos hablar de una obsesión como la hubo en los años de Salinas.
Reforma manejó que “Ajusta Banco de México el Proyecto Económico”. Primero, es muy difícil que el Banco de México tenga tanta injerencia como para determinar el proyecto económico. Más bien, la política monetaria es apenas una parte de una gama de políticas que determinan el “proyecto”. Segundo, el Banco Central anunció una política que mantiene el mismo curso que en los años anteriores, sin ajustes.
El Universal reportó que “Bajará a US 1,000 Millones la Acumulación de Reservas” como lo más destacado de la exposición. Sin embargo, esta cifra es simplemente el piso para la acumulación y no representa una meta como tal. Aunque sí es cierto que habrá menos acumulación de reservas durante este año debido a los cambios en el panorama externo, el régimen de flotación de nuestra moneda hace que la acumulación de divisas sea menos importante comparada con los sexenios anteriores.
Reforma pone en la primera plana de la sección de negocios que “Ajustan crecimiento de 5.2 a 5.0 por ciento”. No obstante, el ajuste ya lo había hecho la Secretaría de Hacienda hace unas semanas cuando anunció el recorte del gasto público para acomodar la caída en los ingresos petroleros. El Banco de México no está ajustando el crecimiento, sino que simplemente está tomando el parámetro que maneja el gobierno.
El Economista dice que “Aumenta la Discrecionalidad de Banxico en Manejo Monetario”, cuando no existe ningún anuncio de una mayor discrecionalidad con respecto al año pasado. Mientras que el Banco deja claro que se reserva el derecho de ajustar la postura de la política monetaria, este derecho no es nuevo sino simplemente la continuación de lo que se viene haciendo.
¿Por qué existen estas interpretaciones tan diversas que no necesariamente concuerdan con la exposición del Banco Central? Primeramente, tenemos que reconocer que la política monetaria en sí contiene aspectos muy técnicos que dificultan su interpretación,inclusive por parte de economistas que deberían tener un mayor grado de entendimiento.
Segundo, aunque en esta ocasión hubo un intento por explicar mejor el funcionamiento y los objetivos de la política monetaria, no lo hubo con igual intensidad en años anteriores. Por lo mismo, muchos reporteros no estaban al tanto de lo que hacían las autoridades monetarias anteriormente y pensaron que estos anuncios representaban cambios con respecto al pasado.
Tercera, el proceso de comunicación en este rubro no es instantáneo. El Banco de México manejaba en el pasado diferentes niveles de información básica a los reporteros, mientras que invitaba a los columnistas a una sesión adicional en la que les proporcionaba algo más de detalles. Argumentando que el nivel académico era superior, el Banco trataba a los analistas financieros y economistas especializados con todavía más atención y tiempo, asegurando que tuvieran una información más completa.
Poco a poco, el Banco está mejorando su política de comunicación. Parece ser que ahora está tratando de proporcionar una información más completa a todos los igual. Nos han dicho que tienen la intención de abrirse mucho más, de buscar una comunicación eficaz y oportuna y de brindar mayor transparencia en sus objetivos.
A través de los últimos tres años se ha notado un esfuerzo importante para proporcionar más y mejores datos. Tenemos a nuestra disposición información oportuna a través del internet y otros medios, en forma diaria, semanal y mensual, y los tiempos se han recortado. Ya existe un calendario de difusión por medio del cual sabemos con precisión las fechas de entrega de esta información.
Sin embargo, todavía queda por delante la parte más difícil, que es la de enseñar cómo interpretar y analizar todo este cúmulo de información. Anteriormente la obtención de los datos básicos ocupaba la mayor parte de nuestro tiempo. Hoy en día estaos saturados de indicadores y de información básica y tenemos que aprender cómo ser selectivos. ¿Cuáles son los datos importantes? ¿Qué información es significativa? No es fácil, especialmente tratándose de aspectos complejos que requieren capacitación.
Aquí es justamente donde notamos ya un cambio. Anteriormente el Banco se escondía y no quería informar mucho por el temor de que se pudiera mal interpretar. Hoy en día se empieza a dejar atrás este temor y se está informando al público como debe ser y conforme a derecho.
El reto del Banco queda muy claro. Tiene que educar al público para que pueda comprender los alcances y límites de la política monetaria. Al principio habrá tropiezos, pero poco a poco irá mejorando y los diarios presentarán una información mejor digerida.
Comentarios y observaciones al correo electrónico: heath@infosel.net.mx
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