jueves, 3 de julio de 1997

Después de las Elecciones

 

Pulso Económico


Después de las Elecciones


Por: Jonathan Heath®


Ahora que están por concluir las elecciones de gobernador

 en varios Estados y del Congreso, estaremos dejando atrás todo el proceso electoral y enfocándonos a nuevos temas.  Ya no discutiremos la posibilidad de un Congreso sin mayoría priísta o la capital bajo el mando del PRD, sino más bien estaremos viviendo estas situaciones como nuevas realidades.  Los temas a discutir ya serán otros.
Uno de los primeros que enfrentaremos casi de inmediato, suponiendo que todas las encuestas que apuntan que el PRI pierde su mayoría en la Cámara de Diputados sean acertadas, es la lucha por la composición de las distintas comisiones dentro de la Cámara.  En tiempos pasados, bajo la hegemonía del PRI, era casi irrelevante quién ocupaba tal asiento dentro de tal comisión, ya que todo era dominado por el partido oficial.  Inclusive, en la última legislatura en la que se le dieron varias presidencias de comisiones a los partidos de oposición, el PRI seguía manteniendo la mayoría de votos en cada una.
No solamente será interesante ver cómo queda compuesta cada comisión sin la mayoría en manos de un partido, sino que será emocionante ver cómo se desenvuelve el proceso de negociación.  Nuestro sistema político no está diseñado para que varios partidos compartan en poder y por lo mismo, no existen reglas para determinar cómo se repartirán estas comisiones.  Muchos han señalado que la aprobación del presupuesto será la primera prueba de gobernabilidad bajo el nuevo esquema de puros partidos minoritarios.  Sin embargo, realmente será esta lucha por las comisiones lo que nos dará la primera idea de lo que nos espera durante los siguientes tres años.
En principio son muchas las comisiones por repartir.  Sin embargo, son alrededor de seis o siete las que realmente deberían preocupar.  Hasta donde yo entiendo (conste que soy economista y no abogado), la Comisión de Programación y Presupuesto será la encargada de analizar el presupuesto anual y proponer su dictamen para la aprobación al Congreso en pleno.  La Comisión de Hacienda verá todos los aspectos tributarios.  La Gran Comisión será la que decidirá sobre quiénes estarán en la Comisión Permanente.  De igual importancia, son las Comisiones de Régimen y Concesión, de Justicia, de Gobernación y Puntos Constitucionales y la Contaduría Mayor de Hacienda.
Aquí podremos ver la habilidad de los partidos políticos para negociar y llegar a consensos acerca de esta distribución.  Ya formada las comisiones, la siguiente prueba será la aprobación del presupuesto.  Esto significa que durante los siguientes seis meses tendremos pruebas importantes acerca de las posibilidades de gobernar bajo un sistema político que empieza a ser distinto al que hemos tenido durante los últimos 65 años.
Algunos analistas han señalado riesgos de ingobernabilidad  bajo la nueva estructura que se estará formando.  Les preocupa que no existan reglas claras para resolver disputas cuando no existe una mayoría clara en la Cámara.  Sin embargo, forzar a los partidos a negociar bajo bases iguales, significa un avance en nuestro camino a la democracia.  Ahora deberíamos observar una mayor competencia política en beneficio de las mayorías.  Esto debería reducir poco a poco la corrupción, la impunidad, las injusticias y las arbitrariedades.  Más bien, todo esto señala una mejoría en la gobernabilidad, dado que habrá mayor respeto y cumplimiento de nuestras leyes.
El siguiente tema que empezará a ser recurrente y ocupará la atención de los medios, será el del próximo gobernador del Banco de México.  Ya han circulado los nombres de quienes son los más probables para el puesto.  Los más mencionados son José Sidauoi, Francisco Gil Díaz, Eduardo Fernández y Carlos Ruiz Sacristán.  Algunos agregan a la lista a Jesús Marcos Yacamán y a Sergio Ghigliazza.
En principio, deberíamos esperar una persona que tenga amplia experiencia trabajando en el propio Banco.  Imponer a una persona de fuera, sin la experiencia necesaria, sería un error tremendo para la conducción de la política monetaria.  En el pasado, han existido varios nombramientos de personas ajenas al Banco y los resultados no han sido buenos.  Todos los personajes de la lista anterior han trabajado en algún momento en el Banco.
Debería existir preferencia por personas que están trabajando actualmente en el Banco Central o que tienen poco tiempo de haber salido, ya que es un oficio técnico que requiere de conocimientos profundos.  Esto eliminaría de la lista a Sergio Ghigliazza, que ya tiene tiempo fuera y cuyas ocupaciones son hoy en día más académicas.  Lo peor sería el nombramiento de un político, con el pretexto de que en algún momento trabajó en el Banco.  Por lo mismo, deberíamos eliminar a Eduardo Fernández y a Carlos Ruiz Sacristán.  Sin embargo, estas son especulaciones mías y no quieren decir mucho.
Si dejamos en la lista simplemente a las dos personas que más se han escuchado durante un buen tiempo como los candidatos principales, podríamos realmente anticipar bastante de lo que buscaría el gobierno.  Por un lado, está Francisco Gil Díaz, una persona brillante con toda la experiencia técnica necesaria, pero con una personalidad difícil que le ha ganado muchos enemigos.  Por el otro, tenemos a José Sidauoi, mucho más joven y cercano a Ernesto Zedillo, que tiene los conocimientos pero no la experiencia de Gil Díaz.
Si el gobierno quiere a un Banco verdaderamente independiente, no cabe duda de que el candidato principal debería ser Gil Díaz.  Tiene un personalidad fuerte, tenaz y convicciones muy marcadas.  Sin lugar a dudas, sería más difícil de controlar cuando hubiera discusiones fuertes, pero sería idóneo para amacizar la autonomía y asegurar el cumplimiento cabal de los objetivos del Banco.
Si el gobierno quiere a alguien que pueda controlar para asegurar que el Banco esté bajo el dominio de la Secretaría de Hacienda, el candidato natural es José Sidauoi.  Ya estuvo trabajando bajo la tutela del Guillermo Ortiz, mientras que muchos señalan que lo mandaron al Banco justamente para ampliar la influencia de Hacienda y prepararlo para el puesto.  Probó ser un subsecretario callado y trabajador.  También es una persona preparada y capaz, pero sin una personalidad tan independiente.
Ya se empiezan a escuchar las especulaciones acerca de cómo se llevará a cabo la política monetaria bajo cada uno de estas dos personalidades.  Hasta ahora, la mayoría le apuesta a Sidauoi por ser más representativo del sistema político tradicional en el que el Poder Ejecutivo busca el dominio de las instituciones.
Estos son los temas que empezaremos a discutir ampliamente a partir de la semana entrante.  Por lo pronto, aburrido de tanta campaña política ya me adelante un poco.



Comentarios, observaciones y críticas constructivas:
Fax: (915) 572-8053 y Email: heath@infosel.net.mx


No hay comentarios:

Publicar un comentario

La Marcha de la Economía

  Pulso Económico La Marcha de la Economía Por: Jonathan Heath ® Las autoridades monetarias han manifestado su preocupación por los efectos ...