Pulso Económico
La Euforia Electoral y el Tipo de Cambio
Por: Jonathan Heath®
Hace más de seis meses la mayoría de los analistas pronosticaban un periodo de inestabilidad para mediados de año. Decían que habría un aumento en las tasas de interés, la Bolsa mostraría poca actividad y el tipo de cambio reflejaría un cierto nerviosismo. La razón que argumentaban era la incertidumbre relacionada con l
a jornada electoral. Aunque en esos momentos se pensaba que era el PAN quien ganaría el Distrito Federal, ya se anticipaba un desconcierto por la posibilidad de que el PRI podría perder la mayoría en la Cámara de Diputados. Desde entonces se sentía que la mayoría de la población castigaría al partido del gobierno por la devaluación y la crisis subsecuente.
Ahora que parece ser casi un hecho que Cuauhtémoc Cárdenas será el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el nerviosismo ha ido en aumento. Las declaraciones de Antonio del Valle a nombre de los banqueros es un buen ejemplo. El vocero de una de las instituciones financieras internacionales de mayor prestigio manifestó la misma preocupación hace unos cuantos meses. Pero no son solamente declaraciones de personalidades, sino que sin lugar a dudas, el tema preferido de café es qué implicará para México tener a una persona tan compleja como Cárdenas en la Ciudad de México y cómo cambiará el sistema político si el PRI pierde su mayoría.
Sin embargo, los mercados financieros parecen no tomar nota. La Bolsa de Valores sigue rompiendo récord a diario, las tasas de interés van a la baja y el tipo de cambio se mantiene bastante estable. Todo parece indicar que los mercados ya descontaron el efecto de las elecciones y ven demasiadas oportunidades para aprovechar. Con cada indicador, la expansión económica parece tomar más fuerza, mientras que poco a poco se ve una recuperación mucho más homogénea. Aunque siguen interesando las elecciones, la economía parece ser tema aparte.
Primero vimos la noticia de la inflación para el mes de mayo que fue menor al uno por ciento. Todo parece indicar que el aumento en precios se podrá contener por debajo del este umbral durante los siguientes tres meses, lo que ha provocado que los analistas revisen hacia abajo sus proyecciones de inflación anual. Sin embargo, todavía debemos esperar las cuestas de septiembre y diciembre, que seguramente marcarán la pauta para la inflación de fin de periodo.
Después surgió la noticia de un crecimiento bastante acelerado en la actividad industrial para el mes de abril, 15 por ciento, con respecto al mismo mes del año pasado. Aun ajusta por los días laborales, la tasa de 8 por ciento significa que el sector industrial sigue expandiéndose en forma importante. La noticia de que la inversión privada está creciendo a una tasa de 18.9 por ciento, indica que esta expansión puede durar un rato más.
Enseguida salió la noticia de que la inflación en los Estados Unidos aumentó apenas 0.1 por ciento durante el mes pasado, lo que hace crecer la probabilidad de que no vayan a aumentar las tasas de interés en aquel país. Esta noticia también ha ayudado a tranquilizar los mercados.
Posteriormente, vimos la noticia de que la tasa de desempleo abierto para el mes de mayo bajó a 3.9 por ciento, un nivel muy parecido a los que existían antes de la tragedia de diciembre de 1994. No obstante, debemos señalar que también ha aumentado la proporción de personas que trabajan y ganan dos salarios mínimos o menos. Esto significa que la mayoría de los trabajos que se están generando son de mala calidad, es decir, no muy productivos. Aunque se podría argumentar que es preferible que la gente tenga un mal trabajo a que no tenga nada, es preocupante la falta de empleos de calidad.
Finalmente, vimos la noticia de que las ventas en los establecimientos comerciales al menudeo aumentaron a una tasa de 6.6 por ciento en abril. Esta noticia en especial es muy positiva, dado que no solamente hubo una tasa positiva que no se había visto en mucho tiempo, sino de que fue elevada. Este sector es uno de los que falta por unirse a la recuperación del país. Los establecimientos comerciales han estado afectados por la falta de poder adquisitivo en los salarios, el periodo extendido en que aumentó el desempleo y las presiones competitivas que han surgido a raíz del Tratado de Libre Comercio. No obstante, se debe tomar este número con cautela, ya que un mes positivo todavía no comprende un cambio de tendencia. En varias ocasiones, por ejemplo en octubre del año pasado, se ha registrado una tasa positiva sin que se observara posteriormente una tendencia de recuperación.
Sin lugar a dudas, han sido muchas noticias positivas las que han estimulado a la Bolsa y han permitido que las elecciones no tengan gran efecto sobre el desempeño de los mercados. Los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, han ignorado el aspecto político y han tomado ventaja de estas noticias. En particular, esto ha permitido que el tipo de cambio se mantenga estable. Según la mayoría de los analistas, se esperaba un ajuste para que se alineara más el diferencial de inflación en los meses anteriores a las elecciones. Sin embargo, no ha pasado nada y el tipo de cambio permanece por debajo del umbral de los 8 pesos por dólar.
No obstante, hoy en día el nerviosismo está surgiendo de nuevo en el mercado cambiario. Todavía no a nivel de un aumento en la demanda de divisas por personas que quieran proteger su patrimonio, sino más bien a nivel de plática, artículos periodísticos, declaraciones de personalidades (por ejemplo, Eugenio Clariond hace algunas semanas y Vicente Fox la semana pasada). Esto significa que el mercado estará en busca de algún pretexto y que deberíamos de observar un ajuste ya pronto.
Por lo pronto, tendremos dos pretextos que habría que considerar esta semana. En el ambiente político, el fallecimiento de Fidel Velázquez el sábado pasado y en el entorno económico, deberíamos de contar con la noticia de la balanza comercial para el mes de mayo en el transcurso del día de hoy. Las dos noticias podrían tener un impacto importante.
Sin embargo, si es que se da un ajuste en el tipo de cambio en estos días, tenemos que admitir que no va a ser por el nerviosismo de las elecciones. Más bien va a ser un ajuste natural y sano, necesario para alinear su valor a las expectativas de los empresarios y dejar tranquilo al mercado por otro periodo importante.
Esto significa que estaremos pasando la primera prueba de euforia electoral sin ningún impacto sobre el tipo de cambio bajo el régimen de flotación. Si esto es el caso, es otra excelente noticia.
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