Pulso Económico
La política Monetaria y las Elecciones
Por: Jonathan Heath
Muchos analistas culpan al Banco de México por haber inducido la devaluación pasada, al incrementar su crédito interno neto para compensar las salidas de capital después del asesinato de Colosio y antes de las elecciones de 1994. Independientemente del si tienen razón o no, el Banco Central perdió mucha credibilidad al iniciar su nueva era de autonomía. A partir de entonces, las autoridades monetarias han realizado esfuerzos extraordinarios para recuperar la confianza del público.
Una parte central de este esfuerzo fue la divulgación de sus metas diarias para la expansión de la base monetaria durante este año. Ningún banco central del mundo ha llegado a tal extremo para ganar credibilidad.
Para asegurara público que no habría un aumento inusitado de la masa monetaria para estimular a la economía antes de las elecciones, dieron a conocer los montos diarios que debería tener par ser consistente con sus metas de crecimiento económico e inflación. De esta manera, podríamos corroborar que no habría ninguna expansión por arriba de lo necesario para asegurar un crecimiento sano en la economía, con una inflación declinante.
De cumplirse razonablemente estas metas, las diferencias entre el pronóstico el Banco y los montos actuales deberían sumar cero a través del tiempo, al mismo tiempo que la gran mayoría de estas desviaciones deberían ,mantenerse dentro de un rango de 2.6 por ciento de la base (equivalente a una desviación estándar en términos estadísticos).
Sin embargo, desde febrero (fecha en que se empezó a divulgar esta información), ha existido consistentemente una expansión mayor en la base que lo que había dado a conocer el Banco. No obstante, la mayoría de estas desviaciones habían sido menores al 2.6 por ciento del monto permitido.
A partir de la Semana Santa, la base monetaria empezó a crecer todavía a montos más elevados, llegando a registrar desviaciones de hasta un 4 por ciento con respecto a sus metas. En ese momento empezó a llamar la atención de los analistas especializados que revisan las cifras diariamente.
Sin dar a conocer una explicación oficial de esta expansión extraordinaria, el Banco de México argumentaba, a nivel informal, que se debía a una demanda mayor de dinero de la economía, en parte debido a la reducción de la inflación y a la recuperación económica. Lo único que estaba haciendo era satisfacer al mercado sin crear una sobroferta no requerida que pudiera crear presiones inflacionarias.
A partir del puente del primero de mayo, la base monetaria ha experimentado una expansión todavía mayor y recientemente ha llegado a representar un desvío de cerca de 7 por ciento con respecto a las metas. Queda claro que las autoridades monetarias están contentas con esta expansión, dado que no han llevado a cabo su práctica de dejar “corto” al mercado (que ayuda a contener la expansión) ni alguna otra para limitar su crecimiento.
Sabemos cuál es la explicación “oficial”. Existe un proceso de remonetización en la economía, en el cual las personas están dispuestas a mantener saldos mayores de efectivo, en la medida en que existe menos inflación y más actividad económica. Por este motivo, el Banco calculó un factor de expansión dentro de su pronóstico, pero resultó subestimado. Sin embargo, como se debe a un aumento sano en la demanda de dinero, no debe ser fuente de preocupación.
Existe otra explicación que podríamos llamarla la “cínica”. Tal y como siempre ha hecho antes de las elecciones, el Banco de México está incrementando la cantidad de billetes monedas en circulación para asegurar que la gente sienta la recuperación y no vaya a emitir votos de castigo en contra del PRI. Si esta expansión puede causar un incremento en la inflación, éste se dará con un rezago después de haber concluido la jornada electoral.
Posteriormente, el Banco instrumentará una política restrictiva para compensar los excesos de hoy. Aunque podría ocasionar otra devaluación, es más importante asegurar una victoria para el PRI.
Resulta difícil pensar que el Banco emitiría las metas diarias con el fin de asegurar la confianza del público, para después hacer justamente lo contrario. La gran oportunidad de restablecer su credibilidad ahora se le está escabullendo de las manos. No ha querido instrumentar acción alguna para corregir sus fallas, ni emitir alguna aclaración oficial. Todo parece indicar que quiere pasar desapercibido.
Una buena parte del problema es ue aunque le demos el beneficio de la duda y aceptemos que existe una genuina demanda mayor d dinero, todavía no podemos descartar la explicación cínica. Pude ser que esta expansión no esté inducida por el Banco Central, sino que sea resultado de una remonetización substancialmente mayor a la estimada. Pero las autoridades está muy contentas por esta situación, dado que este proceso es el resultado de un mejor desempeño económico. Por lo mismo, no han querido restringir la oferta para cumplir con las metas, por el miedo de que suban las tasas de interés y que se aprecie todavía más nuestra moneda.
Sin lugar a dudas, si no fuera por el hecho de que las elecciones se aproximan, seguramente, las autoridades estarían llevando a cabo medidas para disminuir la demanda de dinero. Durante casi todo el año pasado, el Banco estuvo dejando corto al mercado para mandar un mensaje muy claro: no querían una expansión más rápida. Un 7 por ciento de expansión extraordinario es una cifra demasiado elevada como para ignorarla y no llevar a cabo alguna medida correctiva.
¿Qué es lo que está pensando el Banco Central? ¿Por qué está permitiendo una expansión que terminará con la poca credibilidad que tiene y que manda un mensaje de desconfianza?
Recordemos que el Gobierno permitió un sobrecalentamiento de la economía a principios de 1985, en vísperas de las elecciones federales. Justo pasando las elecciones, tuvieron que devaluar otra vez e instrumentar una política económica restrictiva de nuevo. Existen muchos paralelos con los errores de aquel momento.
Ahora el tipo d cambio ha sufrido una apreciación real superior al 30 por ciento durante los dos últimos años, neutralizando una buena parte e la ventaja comparativa que se había logrado. Existe una explicación lógica de este fenómeno que, sin embargo, no estiende la mayoría de la gente.
El Banco de México está entrando de nuevo al juego peligroso de las expectativas, que en el pasado no ha sabido ganar. Las autoridades monetarias nos prometieron cumplir con estas metas y no lo están haciendo.
¿Sabrá el Banco de México algo que los demás ignoramos?.
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