lunes, 19 de mayo de 1997

La Política Económica del PRI

 

Pulso Económico


La Política Económica del PRI


Por: Jonathan Heath


Según la última encuesta realizada por  Reforma sobre la intención de voto en las elecciones para el Congreso, el PRI obtendría el 39.8 por ciento del voto, seguido por el PAN con 32.5 por ciento y el PRD con 19.3 por ciento.  Para mantener su hegemonía tradicional, el PRI necesita obtener por lo menos el 42.2 por ciento de la votación total y así lograr la mayoría de las curules en el Congreso.  Esto significa que únicamente necesitaría capturar el 2.4 por ciento de su votación del 17 por ciento de los que no manifestaron su intención de voto.  Por lo mismo, se pueden prever unas elecciones muy reñidas el próximo 6 de julio.

Obviamente, si el PRI logra retener la mayoría en el Congreso, la administración actual podrá sostener la política económica actual sin grandes cambios, salvo los que el propio Gobierno juzgue necesarios.  Sin embargo, si el PRI queda corto del umbral del 42.2 por ciento, será la primera minoría sin que ningún partido tenga el control absoluto.  Bajo este escenario, el Gobierno tendrá qie negociar las modificaciones propuestas con los otros partidos.  No significa una falta de gobernabilidad, sino más bien el comienzo de una nueva forma de llevar a cabo la administración del País.  Al final de cuentas, el Ejecutivo seguirá al mando del País, gane quien gane en el Congreso, durante lo siguientes tres años.

En la mayoría de los casos, el Ejecutivo tiene la facultar de llevar a cabo la instrumentación de la política económica que juzgue necesaria.  El Plan Nacional de Desarrollo, aprobado por el Congreso en 1995, tiene una vigencia para todo el sexenio.

Aun si el PRI pierde la mayoría durante el siguiente periodo legislativo, el Presidente tendrá todas las facultades necesarias para sostener su política económica.  Los casos que tendrá que negociar con la oposición serán la aprobación del presupuesto anual, modificaciones impositivas, cambios en la legislación que involucre desregulación y privatización al igual que iniciativas de ley que busquen corregir el rumbo o abrir espacios nuevos.  Habrá más comparecencias de secretarios y funcionarios públicos, así como una vigilancia más estrecha de las instituciones públicas.  Habrá una actividad intensa de cabildeo ya que cualquier combinación de dos partidos podrá ganar sobre el otro.  En este sentido, si el PAN y el PRD están de acuerdo en reducir el IVA el PRI no podrá impedirlo.

De la misma forma, el PRI necesitará el apoyo de alguno de los partidos de oposición para aprobar cualquier iniciativa de ley que proponga el Ejecutivo.

Por lo mismo, resulta importante conocer las intenciones del PRI, a través de su plataforma electoral, para anticipar cambios probables en la ley.  Si el PRI retiene la mayoría, su plataforma nos indicará el rumbo de la política económica durante los siguientes tres años. Si el PRI se convierte en la primera minoría, necesitamos comparar su plataforma con los otros partidos para  buscar diferencias y similitudes.

Al analizar la plataforma electoral del PRI para este periodo, en lo que se refiere a su capítulo sobre política económica, sobresalen algunos puntos en particular. Primero, el PRI hace hincapié en que su política económica es de certidumbre. Ya conocemos el rumbo actual y las intenciones del Gobierno.  Nos hemos percatado del propósito del Presidente Zedillo a través de sus discursos, el Plan Nacional de Desarrollo y los Criterios Generales de Política Económica presentados hacia finales de cada año.  Sin embargo, existe el temor en algunas personas de que una victoria del PRD o del PAN podría introducir mucha incertidumbre a la economía, ocasionando ya sea una actitud de inversión más cautelosa o salidas de capital del País.

Hacia dentro del PAN y del PRD existen acciones diferentes que proponen rumbos distintos y no podríamos conocer con exactitud cuál dominaría.  El PRI detecta este punto como una debilidad de los partidos de oposiciones y buscar capitalizarlo, a través de un énfasis en que su política es de certidumbre.

El siguiente punto que resalta de la propuesta priísta es la falta de propuestas específicas.  Su oferta económica consiste en cinco apartados genéricos de crecimiento tales como ahorro, empleo, apoyo a la pequeña empresa y concertación social.  Casi sin excepción, cualquier párrafo de lo que estipulan podrá encontrarse en las plataformas de los otros partidos.  Presentan los enunciados de cajón en forma tan general que difícilmente podría uno estar en desacuerdo. Por ejemplo, dice que va a defender el poder adquisitivo de los salarios e impulsar la creación de más y mejores empleos. No hay ningún partido que no nos diría lo mismo.

Es en el cómo que se diferencien las propuestas de los diversos partidos.  Sin embargo, en ningún momento la plataforma priísta entra a describir el cómo.  Por decir, el PRI sostiene que va a fortalecer la capacidad el sector público para que canalice mayores recursos a la atención de las necesidades sociales y el combate a la pobreza.  El PAN y el PRD proponen lo mismo.

El PAN lo haría a través de una reducción en el gasto superfluo y mal aplicado, para canalizar más gasto hacia aquellas actividades que mejoren la habilidad e las marginadas y así elevar por sí mismos su nivel de vida, es decir, menos subsidios y más educación.

El PRD lo haría a través de un aumento en los impuestos a los estratos más altos para canalizar mayores recursos al gasto social y a los subsidios.  El PRI propone lo mismo sin especificar cómo lo harían.

Todos queremos abatir la pobreza.  Ningún partido serio propondría lo contrario ni admitiría su intención de ignorar a las masas más desafortunadas.  Sin embargo, hasta ahora nadie ha encontrado una fórmula precisa y efectiva.  Por lo mismo, antes de emitir nuestro voto, necesitamos saber si un partido determinado va a intentar aplicar políticas obsoletas, inventar una propuesta nunca ante intentada o simplemente mantener el esfuerzo actual sin cambio.

Hasta cierto punto parece una contradicción proponer fortalecer una economía de la certidumbre, sin especificar cómo.  ¿Podemos tener la certidumbre de que va a existir mayor certidumbre sin la certidumbre de saber cómo?  Probablemente, el PRI busca una plataforma mucho más flexible para acomodar las negociaciones que tendrá que realizar con los partidos de oposiciones en caso de que únicamente llegue a ser la primera minoría.  También podría ser que no pense que tiene que ser más específico dado que su propuesta no es una alternativa de cambio sino simplemente sostiene el rumbo actual.  Otra explicación podría ser que dado que esperan mantener la mayoría en el Congreso no necesitan presentar más detalles.

Aunque el PRI dice que busca el voto del convencimiento, su plataforma económica carece de elementos específicos para esta tarea.  Esto no significa que no ha elaborado su propuesta en mayor detalle o que carece de rumbo.  Esta la conocemos mejor que las de los otros partidos, a través de sus acciones diarias. 

En otras ocasiones el PRI ha elaborado documentos más detallados.  ¿Habrá alguna razón de fondo?


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