jueves, 10 de abril de 1997

Los Problemas con Estados Unidos

 Pulso Económico


Los Problemas con Estados Unidos


Por: Jonathan Heath®


Sin lugar a dudas, las relaciones con los Estados Unidos mejoraron ampliamente durante el sexenio pasado.  La administración Salinista, para bien o para mal, tomó una postura diferente a la mayoría de los gobiernos anteriores.  En vez de ver a los gringos como los enemigos naturales de México y maldecirlos por la cantidad de invasiones e intromisiones que han llevado a cabo a través de nuestra historia, 

decidió trabajar junto con ellos para resolver los problemas comunes y sacar el máximo provecho de tener al lado a la economía más fuerte del mundo.  Como consecuencia de esa actitud pudimos negociar un tratado de libre comercio de un alcance histórico con ellos.
Sin embargo, los problemas con nuestro vecino no han disminuido.  Todo parece indicar lo contrario.  La gran mayoría de los ciudadanos norteamericanos nos ignoran y nos consideran irrelevantes para su vida cotidiana.  Otra parte de la población, no tan insignificante, nos odia.  Nos ven como parte de una raza inferior, empobrecidos y sin mucha inteligencia.  Nos desprecian porque nos ven como una nación de corruptos, con poco carácter moral, en quienes no se puede confiar.  Creen que les queremos robar sus empleos, ya sea a través de los obreros ilegales que van a su país en busca de trabajo o a través del establecimiento de plantas maquiladoras en la zona fronteriza.
Tenemos evidencia amplia de un buen número de políticos norteamericanos que tienen una fobia en contra de México.  Jesse Helms, Alfonse D’Amato, 

Diane Feinstein, Robert Torrecili, Pete Wilson y varios más han estado constantemente repudiando todos los asuntos relacionados con nuestro país.  Han vociferado sus opiniones sumamente negativas en cada oportunidad.  Estuvieron en contra del Tratado De Libre Comercio por no considerarnos socios dignos.  Se opusieron al préstamo de rescate financiero a principios de 1995 porque decían que no éramos sujetos de crédito.  Respaldaron la propuesta 187 para dejar sin servicios médicos y educativos a los mexicanos ilegales en su estado.  Buscaron bloquear la certificación de cooperación en la lucha contra el narcotráfico, dado que somos corruptos.  Ahora han aprobado una nueva ley migratoria que busca expulsar más eficazmente a los trabajadores ilegales y que elimina casi por completo los derechos que pudieron haber tenido al incursionar en su país.
El acercamiento que tuvo México con los Estados Unidos en la última década, fue motivada fundamentalmente porque empezamos a aplicar las políticas de liberación económica que ellos recomendaban ampliamente.  La apertura comercial, las privatizaciones, la desregulación, el saneamiento de las finanzas públicas, la eliminación de subsidios y la aplicación de las leyes del mercado en general para la asignación y distribución de bienes y servicios en el país, fueron políticas propuestas por el gobierno de los Estados Unidos, los organismos internacionales, la academia norteamericana y varias instituciones de análisis y pensamiento (los think tanks).
Hoy en día, los dos problemas más grandes que tenemos con los Estados Unidos son el narcotráfico y la migración ilegal.  Resulta interesante observar que justamente estos dos problemas surgen por no aplicar las leyes del mercado.  Son problemas que los norteamericanos han querido resolver con una intervención en el mercado, sin dejar que opere libremente la ley de la oferta y la demanda.
El caso más claro y comentado es el del narcotráfico.  Al prohibir el consumo y tráfico de drogas, su precio se eleva en forma considerable dado que tiene que compensar al productor y distribuidor el riesgo que implica.  Al adquirir un precio tan alto, el tráfico de drogas se convierte en un negocio sumamente rentable.  Al tratar de restringir la oferta, sube el precio y atrae todavía a más productores.  Si el consumo de drogas se legalizara, bajaría de inmediato su precio y dejaría de ser un negocio tan lucrativo.  En otras palabras, el problema surge al ir en contra de la ley de la oferta y la demanda.
Algo parecido ocurre en el caso de la migración ilegal.  El gobierno norteamericano ha impuesto un salario mínimo legal, por arriba de lo que determinaría la oferta y la demanda laborales.  Existen muchos trabajos necesarios que no son tan productivos como para pagar el salario mínimo legal, pero que contribuyen ampliamente a la economía.  Abundan los ejemplos en la recolección de productos agrícolas, trabajos de maquila, servicios de limpieza doméstica, etc.
Sin embargo, no solamente han impuesto un salario mínimo demasiado elevado, sino que adicionalmente han prohibido una ampliación en la oferta laboral que pudiera existir al permitir la entrada de mexicanos dispuestos a trabajar en labores que bajo circunstancias normales, no quieren realizar ellos.  El gobierno tiene miedo de que la fuerza laboral mexicana pudiera desplazar a muchos trabajadores y por lo tanto, ha decretado la ilegalidad de contratar a personas indocumentadas.
Mucha de la oposición al Tratado De Libre Comercio surgió por pensar que reduciría las oportunidades de trabajo para los norteamericanos.  Al permitir el libre intercambio de bienes y servicios, muchas empresas trasladarían sus operaciones a México para aprovechar la mano de obra más barata.  Ahora mucha de la oposición proviene del hecho de que los impuestos que pagan los gringos se utilizaban para proveer de servicios médicos gratuitos a los indocumentados.  Esto último también es una violación a las leyes del mercado.
Si no existieran estas disposiciones, muchos mexicanos irían a trabajar a los Estados Unidos y el salario medio norteamericano bajaría.  El gobierno busca proteger al salario a través de reducir artificialmente la fuerza laboral.  Sin embargo, siempre ha existido una gran cantidad de empleos existentes por debajo del salario mínimo legal.
Las soluciones a estos problemas no necesariamente radican en la liberación laboral ni en la legalización de las drogas.  Existen muchos aspectos políticos que hacen que la simple aplicación de la oferta y la demanda sea muy difícil.  Sin embargo, resulta interesante que los problemas más grandes que tenemos con el país que presume de ser el campeón de la economía de mercado, se han dado precisamente por impedir que funcione el mercado.
Como siempre, nos presionan para que liberemos a la economía. Pero ellos únicamente lo hacen hasta donde les conviene.




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