Pulso Económico
Otro Caso Exitoso: Negromex
Por: Jonathan Heath®
La semana pasada comentamos que es indispensable cambiar la atención de los medios de comunicación y de la sociedad en general, sobre los fracasos y vergüenzas pasadas, para subrayar y señalar los casos notables. La reforma económica ha empujado a muchas industrias a ser eficientes, competitivas y exitosas. Precisamente de esto se trata. Señalamos que un excelente ejemplo de una privatización exitosa es el del acero. Otro ejemplo de éxito es Industrias Negromex. Ha ganado premios de calidad, de innovación y de exportación. Es un ejemplo digno de lo que queremos de la industria mexicana.
Industrias Negromex es una empresa que produce hule sintético. Hace aproximadamente diez años, bajo el liderazgo de su Director General, Rafael Beverido, decidió tomar en serio el reto de la apertura económica. Empezó a invertir de manera importante en la investigación tecnológica, a reorganizar la compañía y a atacar seriamente el mercado exterior. Hoy en día no solamente tiene un retorno satisfactorio sobre su inversión, sino que acaba de recibir el Premio Nacional de Calidad de manos del Presidente de la República.
México es el tercer país del mundo en instituir este premio a nivel nacional, después de que lo hicieran Japón y los Estados Unidos. Es una distinción que merece respeto, ya que es el resultado de un esfuerzo extraordinario. Un comité evaluador estudia hasta ocho diferentes categorías (benchmarks) en una visita a la planta, como respuesta a un reporte detallado que tuvo que realizar la empresa. Toma en cuenta una gran variedad de puntos, todos dirigidos a lo que es el concepto de calidad total. En el pasado, otras empresas como General Motors y Crysel, de Cydsa han ganado esta distinción. Hace dos días se lo otorgaron a esta empresa que pertenece al Grupo Girsa, parte del Grupo Desc, junto con la empresa Polysid, filial de Cydsa.
La búsqueda de la calidad en todos sus aspectos ha sido la clave de esta empresa, ya que ha cambiado por completo la cultura de la organización y le ha dado los elementos para competir exitosamente a nivel internacional. Con el liderazgo y una visión empresarial correctos, los logros son los ejemplos a seguir.
Primero decidieron no solamente adoptar tecnología de punta, sino ser innovadores de su propia tecnología. Empezaron a invertir en investigación propia que les arrojó varias patentes a nivel internacional. En marzo de este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) los reconoció como la primera empresa innovadora de toda América Latina con un premio otorgado en Costa Rica.
Después buscaron asegurar que sus clientes tuvieran la garantía de su calidad. Obtuvieron la certificación europea del ISO9000, que da una garantía de calidad total sobre sus exportaciones. De esta manera sus clientes podían anticipar que lo que compraban iba a ser de calidad.
Otra parte de su estrategia fue abrir oficinas en los Estados Unidos y en Europa. No es lo mismo tratar de vender sus productos en el resto del mundo, sentados en sus oficinas en México, que tener oficinas en los países donde querían colocarlos. No pasó mucho tiempo antes de que estuvieran exportando una buena parte de su producción a diversos países. Esto lo lograron a través de calidad, eficiencia y perseverancia, sin esperar a que la política cambiaria los favoreciera. Aunque hoy exportan más del 75 por ciento de su producto, antes de la devaluación colocaban más del 60 por ciento. El mes pasado, en noviembre, el Presidente de la República les reconoció este esfuerzo al entregarles el segundo lugar del premio a la exportación que otorga SECOFI, a esta empresa que vende a más de 40 países alrededor del mundo. Este reconocimiento no fue simplemente por el valor de su exportación, sino por la consistencia y persistencia como empresa exportadora. El primer lugar lo obtuvo Celanese del Grupo Hoescht, presidido por Isaac Saba.
Después decidió aprovechar el proceso de privatización para adueñarse de la paraestatal Hules Mexicanos. Esta empresa, que había sido parte de PEMEX, fue adquirida del Grupo Servia a punto de la quiebra. Negromex la rehizo casi por completo a través de una astringencia y limpia completa. La reorganizaron, puliendo sus procesos administrativos y productivos hasta poder fusionarla con el resto de Negromex. Después de ser una empresa improductiva, con tecnología obsoleta, la convirtieron en parte de su estrategia ganadora.
Hoy en día es parte de una organización que vende un tipo de asfalto para carreteras, desarrollado con tecnología propia patentada, que tiene el 80 por ciento del mercado norteamericano. Negromex y Girsa pertenecen al Grupo Desc de Fernando Senderos. Otras dos empresas de la misma organización, Engranes Cónicos y Velcon, las dos de la rama de autopartes, han ganado el Premio Nacional de Calidad. La visión de Senderos ha llevado a sus empresas a ser el grupo que más premios de este tipo ha ganado. Innovación, exportación y calidad. Una combinación que los ha llevado al éxito.
Hace diez años, el Grupo Desc tenía dos tipos de empresas. El primer grupo eran las que funcionaban bien y producían las utilidades. Dentro de ellas casi no hubo reorganización ni mejorías. Hoy en día estas son las empresas que tienen más problemas y que menos utilidades le están dejando.
En cambio, el segundo grupo de empresas, que eran las que más problemas daban anteriormente, fueron producto de una reorganización completa, de inversión en tecnología y de un proceso de mayor eficiencia. Como resultado, hoy en día estas son las joyas del Grupo Desc.
A través de la apertura comercial, estas empresas han logrado tener la calidad y eficiencia que buscaba instrumentar la política económica en todo el país. Aprovechó el acceso al exterior, las importaciones más baratas (con menores aranceles), la desregulación y la privatización. Es un digno ejemplo del éxito que puede producir las reformas económicas.
Sin embargo, no es suficiente la política económica. Faltan buenos empresarios con visión, inteligencia y empuje.
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