lunes, 5 de agosto de 1996

El Neoliberalismo no es Causa de Nuestros Problemas

 Pulso Económico


El Neoliberalismo no es Causa de Nuestros Problemas


Por: Jonathan Heath


Recientemente el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) sostuvo una conferencia en la que se discutieron diferentes ideas y soluciones para combatir el neoliberalismo.  Hubo una concurrencia grande, plural e internacional.  El fin último era hacer un frente común a lo que ven como el gran enemigo del pueblo: el neoliberalismo.

Según esta idea, el neoliberalismo ha sido culpable del deterioro en la distribución del ingreso, de la ampliación de la pobreza a más sectores de la población, del desacierto y descuido que se ha tenido en atender los problemas específicos de los indígenas, de la pérdida en el poder adquisitivo, de la falta de empleos productivos y remunerados y de muchos otros problemas que hemos tenido en el país.

Las instituciones símbolos del neoliberalismo son el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.  Estas han buscado extender el neoliberalismo a todos los rincones del mundo para poder dominar los mercados y explotar al hombre.  Sus políticas han sido declaradas como nocivas, imperialistas, explotadoras, además de otros adjetivos calificativos negativos.

No obstante, el Banco Mundial ha gastado una buena parte de su presupuesto en estudiar la pobreza y buscar fórmulas para erradicarla.  Aun cuando la gran mayoría de sus préstamos son para proyectos de infraestructura de largo plazo, en muchas ocasiones han contemplado algunos para fines educativos.  Por ejemplo, no hace mucho que el Banco Mundial nos prestó una cantidad importante para el programa de textos gratuitos de la Secretaría de Educación Pública.  Me cuesta trabajo encontrar lo malévolo en esta política.

El FMI fue fundado hace como 50 años para apoyar a los países con problemas estructurales en su balanza de pagos.  Esta institución realiza constantemente estudios comparativos en búsqueda de las políticas económicas más exitosas que garanticen la estabilidad y el crecimiento económicos.  Acudir al FMI para un apoyo financiero es el último recurso de un país.  Cuando lo hace, es que ya se agotaron todos los recursos a su disposición y no encuentra otro camino.  No se debe enfocar a un programa con el FMI como una imposición de un organismo imperialista, sino como el fracaso de la política instrumentada por el gobierno del país que acudió a el.

Cuando hemos llegado a tener crisis devaluatorias bajo diferentes esquemas económicos, pero siempre con el mismo sistema político, no encuentro la lógica de maldecir el modelo económico actual.  La culpa radica en el sistema político, un sistema que permite la impunidad, que no responsabiliza a los culpables de decisiones erróneas, que fomenta la corrupción y que no se dedica a solucionar a fondo nuestros problemas.

Ampliar el presupuesto gubernamental para dedicar más recursos a la educación y a la eliminación de la pobreza, no es contradictorio con el esquema económico actual.  El neoliberalismo no implica una reducción en el papel del gobierno, sino más bien hacer más eficiente su participación.  A nadie le conviene que el gobierno haga un mal uso de sus recursos.  Inclusive, existen hoy en día muchos países que persiguen filosofías económicas de mercado y que tienen muchas políticas dirigidas al sector social.

Por ejemplo, en los Estados Unidos el gobierno otorga dinero a los desempleados por un tiempo definido para ayudarlos en lo que encuentran trabajo.  Si no lo encuentran después de cierto periodo, pueden solicitar un ingreso mensual mínimo de manutención (llamado welfare).  En ese mismo país, la educación pública es gratuita hasta la preparatoria, al mismo tiempo que existe un subsidio importante para las universidades del estado a fin de que sean accesibles.  Estas políticas son totalmente compatibles con un esquema de mercado o el llamado neoliberalismo.

Si un gobierno aplica equivocadamente un subsidio o fomenta la corrupción y venta de favores dentro de los programas de apoyo social, no le podemos echar la culpa al neoliberalismo.  La culpa lo tienen los políticos.  Pero si al mismo tiempo, tenemos un sistema político que permite esta corrupción y no castiga a fondo los abusos, entonces lo que está mal es el sistema político.

Por una razón u otra, esta confusión entre el sistema político y el modelo económico esta muy difundida.  No solamente son los Zapatistas los que critican al neoliberalismo, sino muchos grupos y sectores dentro de la sociedad.  Por un lado es positivo escuchar estas críticas, dado que son expresiones de una sociedad plural.  Sin embargo, de lo que no nos estamos dando cuenta es que estas críticas mal fundadas y dirigidas, nos están costando mucho dinero.  Dinero que bien pudiera utilizarse para mejorar la educación, combatir la pobreza, alimentar a nuestros niños o a reducir los impuestos.

La agencia calificadora de valores, Standard & Poor’s (S&P) nos otorga una calificación “BB” de un país especulativo.  Esto significa que tenemos que pagar mucho más intereses sobre nuestros préstamos al exterior para poder compensar el alto riesgo que representamos.  Al analizar estos riesgos, nos encontramos que uno de los principales es la falta de apoyo público para continuar con las reformas tanto políticas como económicas necesarias para modernizar al país.  Es decir, se percibe un riesgo que los grupos de presión, como el propio EZLN, podrían influir para que se logre un cambio en el rumbo del país, regresando a esquemas populistas ineficientes, con un gobierno autoritario.  Si en un momento dado, hubiera un apoyo más generalizado para modernizar al país, manejar con eficiencia el gasto público y democratizar al sistema político, podríamos obtener una calificación mejor y ahorrarnos muchos dinero.

Por estas razones, el Presidente Zedillo dijo que sería bueno un debate nacional sobre el modelo económico.  Un debate serio, bien llevado, aclararía estas confusiones y llegaría necesariamente a la conclusión de cambiar lo político más que lo económico.


Comentarios, observaciones y críticas al Email: heath@infosel.net.mx


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