Pulso Económico
El Gobernador del Banco de México
Por: Jonathan Heath®
Cuando termine su gestión al frente del Banco de México en diciembre de este año, Don Miguel Mancera habrá cumplido casi 16 años en el cargo. Hoy en día no hay ningún otro gobernador de un banco central en el mundo que tenga más tiempo en su puesto. Al contrario de la mayoría de las posiciones políticas, la permanencia es vista con buenos ojos, especialmente por la naturaleza conservadora de este tipo de institución.
A través de estos años, Don Miguel ha recibido muchas críticas. Uno de los mejores ejemplos lo pudimos observar hace unos pocos meses, cuando el empresario regiomontano Eugenio Clariond criticó severamente al Banco de México, acusándolo de todos los males que han ocurrido en el país durante los últimos 20 años. Sin embargo, hasta hace poco el Banco Central estaba subordinado a la Secretaría de Hacienda, que era la responsable de todas las decisiones de política económica. Más bien, gracias a la lucha de Miguel Mancera en contra de Presidentes y gabinetes con ideas nada ortodoxas, México pudo contener sus explosiones inflacionarias y evitamos las grandes hiperinflaciones que tuvieron países como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia y Perú.
Al mismo tiempo, lo han criticado de instrumentar lo mismo una política monetaria demasiado restrictiva que otra muy expansiva. A través de los años luchó casi siempre en contra de la marea, tratando de convencernos a todos de los terribles daños que acarrea la inflación. Pudo eliminar el encaje legal, poner fin a la determinación administrativa de tasas de interés y quitar tres ceros a la moneda para borrar la herencia de la inflación pasada. Pero quizás lo más importante que nos deja es un banco central autónomo, libre de ese yugo que representaba la sumisión de la política monetaria a las preferencias políticas del Poder Ejecutivo.
Ahora llega el momento de tomar la decisión de quién va a tomar su lugar. Esta decisión la toma el Presidente y tendrá que ser ratificada por el Senado (de mayoría priísta), por lo que se estima que no habrá mayor problema. Sin embargo, llenar los zapatos de Miguel Mancera no es fácil. Tiene que ser una persona con muchas cualidades muy específicas, que no se encuentran a la vuelta de la esquina. Se tiene que buscar a la persona adecuada y cuidar que no se modifiquen las características del puesto para cumplir con la persona.
Con esto en mente, he pensado en una lista de diez características que debe reunir el próximo gobernador del Banco de México:
1.- Tiene que ser economista de profesión, con estudios de posgrado. Si el entrenamiento de economista sirve para algún puesto en especial, el de gobernador del Banco Central es el que encabeza la lista. Tener el conocimiento técnico suficiente de las políticas monetaria, cambiaria y fiscal en lo particular y de política económica en lo general, es requisito indispensable. Hoy en día, la especialización y profundización que se recibe con un posgrado ayuda a redondear estos conocimientos.
2.- Dentro de las diversas escuelas del pensamiento económico, por la misma naturaleza del puesto, conviene que sea de formación ortodoxa. Ya hemos experimentado fallidamente con economistas de formación radical, como Carlos Tello en 1982. Sin duda, tiene que ser una persona con vocación de banquero central.
3.- No solamente se necesita la formación profesional, sino además la experiencia. Esta tiene que ser específicamente a través de muchos años en funciones alrededor del Banco Central. Necesita entender perfectamente bien la operación y la instrumentación, la programación financiera y la tesorería, al igual que el análisis monetario y la información económica. Sería muy positivo si esta experiencia se puede acompañar con algunos años adicionales en funciones de política económica diferente a la monetaria.
4-. Dada la reciente autonomía del Banco Central, es necesario tener a una persona con carácter fuerte e independiente. No obstante, ser independiente no significa ir en contra, sino más bien servir de contrapeso y aguantar las presiones para cambiar de rumbo. Debe tener la capacidad y habilidad para tomar decisiones aisladas de los intereses políticos, pero también ser lo suficientemente flexible para entender la coyuntura del momento. Dado que los partidos de oposición están ganando terreno por bien del avance democrático del país, se necesita consolidar esta independencia con miras al futuro.
5.- Se requiere una persona con plena capacidad de liderazgo. Necesita ganarse el respeto de todo su equipo dentro del Banco, convencer a la Junta de Gobierno para que lo apoye en las decisiones difíciles, y dialogar con el Congreso en forma firme y convincente para recibir su beneplácito.
6.- Aunque necesita tener mucha habilidad política, no debe ser un político. De preferencia, debe ser alguien que no sea Secretario de Estado ni pretenda serlo. Tiene que ser apartidista en apariencia y no mostrar preferencias abiertas, porque necesita entenderse con todos los partidos y presidentes que vengan.
7.- Es muy deseable que sea una persona de dentro del Banco y no de fuera. Aunque habrá personas con experiencia y muchas de las cualidades mencionadas, que hoy en día trabajan fuera de la institución, será más fácil la aceptación de alguien que conoce el funcionamiento actual y que es profesionista de carrera del propio Banco. No es adecuada una persona que ha pasado por todos los puestos de la burocracia, con experiencia genérica como la mayoría de los funcionarios públicos. Debe servir de algo el haber hecho carrera dentro de las estructuras del Banco mismo.
8.- Para evitar las críticas futuras y aprender del pasado, será deseable que la persona no sea pariente, compadre o amigo muy personal del Presidente (ahora llamado Síndrome Cuauhtémoc). Este tipo de relaciones han mostrado a la larga que no funcionan, en especial tomando atención al hecho de que esperamos que sea una persona que dure mucho en el puesto.
9.- Necesita ser una persona con aceptación nacional, es decir, alguien con quien la mayoría de los segmentos de la sociedad estén de acuerdo. Obviamente no podemos tener alguien con apoyo unánime, pero que por lo menos la mayoría lo acepte. Habrá que poner atención especial a los partidos de oposición, legisladores y medios de comunicación.
10.- Por último, sería conveniente tener a alguien que pudiera gozar de una aceptación internacional. Este puesto tiene que generar confianza para atraer inversiones del exterior y lidiar con funcionarios de todo el mundo. Poder gozar de un prestigio internacional, en especial en esta era de globalización, es un punto más a favor.
Así como seguramente habrá más características deseables, también habrá quien no esté en acuerdo con estas diez. Pero igual creo que es un buen comienzo. Todas las personas que cumplan con estas características, favor de mandar su curriculum a Los Pinos, con atención al Sr. Presidente.
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