jueves, 20 de junio de 1996

No Existe Controversia

 

Pulso Económico


No Existe Controversia


Por: Jonathan Heath


En muchas ocasiones existen diferencias de opinión muy marcadas que suscitan controversia.  Ultimamente, esto parece ser la regla y no la excepción.  Sin embargo, muchas veces se quiere crear una controversia donde no existe, o bien, en donde las diferencias de opinión son muy marginales o cuando mucho son cuestiones de semántica.  Inclusive, a veces las diferencias de opinión son más de apreciación, y no llegan a formar parte de una controversia.  Este es el caso de las supuestas intervenciones del Banco de México en el mercado de divisas.

Cuando el Banco Central interviene directamente, lo anuncia.  En casi todas las ocasiones, lo ha comunicado el mismo día.  Cuando mucho se informa el monto exacto con una semana de retraso, cuando el Banco da a conocer el reporte semanal sobre sus estados de cuenta.  En este reporte se informa sobre los cambios en la base monetaria, el crédito interno neto y las reservas internacionales.  Se explica a nivel de detalle a qué se debieron los movimientos en las reservas de divisas.  Cuando existe una venta de divisas con fines de regulación o para estabilizar el mercado, se mencionan el hecho y el monto explícitamente.

Sabemos perfectamente bien que el Banco de México estuvo interviniendo en el mercado de divisas en muchas ocasiones al principio del año pasado, para ayudar a amortizar el saldo pendiente de Tesobonos en dólares.  El gobierno de los Estados Unidos armó un fondo especial de recursos, junto con otros países e instituciones, con el fin específico de ayudar a liquidar este saldo sin que hubiera problemas en el mercado de divisas.  De esta forma, el Banco de México proporcionó las divisas necesarias en cada ocasión de una amortización, precisamente de los recursos que estaban destinados a este fin.

Posteriormente, el Banco Central intervino en cuatro ocasiones en el mercado de divisas hacia finales del año pasado, con el fin específico de estabilizar el mercado y evitar que las especulaciones llevaran al tipo de cambio a niveles no deseados.  Oportunamente se informó de estas intervenciones, en cada ocasión.

El régimen cambiario actual es de una flotación casi totalmente limpia.  Esto significa que el Banco de México no interviene en el mercado de divisas en forma directa, para tratar de determinar un tipo de cambio deseado.  Más bien, el mercado determina el tipo de cambio a través de la oferta y la demanda existentes.  Claro está, que el Banco puede influir indirectamente en el tipo de cambio a través de su política monetaria.  Por medio de operaciones en el mercado abierto, el Banco compra y vende Certificados de la Tesorería con fines de regulación monetaria.  De esta manera influye en la cantidad de crédito disponible en el mercado, a lo cual responden las tasas de interés.

Si se observa que el tipo de cambio se está depreciando demasiado rápido, reduce la liquidez en la economía, lo que hace que las tasas de interés suban, y ello seguramente se traduce en que el tipo de cambio se aprecie.  Este tipo de operaciones son los más comunes de una política monetaria en cualquier país del mundo.

En general, el Banco de México realiza transacciones de compra y venta de divisas casi todos los días.  En lo particular, compra todas las divisas que adquiere Pemex a través de las exportaciones de petróleo, compra las divisas al gobierno federal cuando éste realiza una colocación internacional de bonos o recibe algún préstamo en divisas y compra divisas a otras paraestatales o entidades públicas que las generan de alguna forma u otra.  Al mismo tiempo, vende divisas al gobierno federal para el servicio de la deuda externa y también a otras entidades públicas cuando lo requieren.  Estas operaciones se dan a conocer semana a semana a través del mismo reporte mencionado anteriormente.

En parte, el Banco Central realiza estas operaciones porque son parte del gobierno y si existen excedentes, pueden servir para formar parte de las reservas del instituto.  Sin embargo, la razón fundamental es para ayudar a regular el mercado y asegurar que no existan variaciones grandes de un día para otro.  Por lo regular, las divisas que cada semana vende Pemex al Banco promedian 160 millones de dólares.  Las operaciones de venta al gobierno para el servicio de la deuda también son operaciones grandes.  Si estas operaciones se realizaran en el mercado abierto, pudieran existir fluctuaciones muy grandes de un día para otro.  Al mismo tiempo que no le daría al Banco Central la oportunidad de acumular reservas.

De una forma u otra, estas operaciones son una manera de intervención por parte del Banco de México en el mercado de divisas.  Si no las realizara, seguramente el tipo de cambio en cualquier momento dado sería otro.  Sin embargo, las transacciones que realiza son básicamente equilibradas por lo que no sería muy diferente la tendencia general que lleva el tipo de cambio.

Al Banco de México no le gusta que se le llame “intervención” a este tipo de operaciones.  Sin embargo, independientemente si les damos este nombre u otro, son operaciones transparentes que se dan a conocer cada semana.  No son operaciones llevadas al margen de los registros o transacciones secretas o escondidas.  El Banco de México nos informa oportunamente de ellas cada semana.  Al mismo tiempo, siempre son las mismas operaciones, no varían de una semana a otra, ni son de tipo discrecional.

El nombre que le queramos dar a estas transacciones es lo de menos.  Será cuestión únicamente de semántica.  Lo más importante es que sean transacciones transparentes, reportadas siempre oportunamente y que entendamos bien su naturaleza y efectos.  En este sentido, realmente no existe ningún tipo de controversia.


Comentarios, observaciones y críticas al Email: heath@infosel.net.mx


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