jueves, 1 de febrero de 1996

¿Habrá Recuperación?

 

Pulso Económico


¿Habrá Recuperación?


Por: Jonathan Heath



“El Hombre no vive únicamente del PIB”, Paul Samuelson

Ya tiene tiempo que el gobierno nos viene diciendo que existen signos de recuperación de la recesión tan tremenda que empezó hace ya un año. Sin embargo, por afirmar esto y después preguntar ¿de qué país están hablando? Para la gran mayoría la recuperación parece ser un concepto muy alejado de la realidad.

Esto nos lleva a preguntar, ¿realmente existen indicios de una recuperación?  La respuesta a esta pregunta es algo muy relativo, dado que depende de qué entendemos por recuperación, al mismo tiempo, para quién es la recuperación.

Según el gobierno, ya hemos dejado atrás la recesión.  Primero, porque son políticos y su instinto natural es decirnos que todo va bien y que en el futuro estará mejor, especialmente por las acciones y políticas que están instrumentando.

Segundo, porque son tecnócratas y definen una recesión como dos trimestres consecutivos de un crecimiento negativo en el PIB.  En el momento en que el PIB muestra un crecimiento positivo, se acabó l recesión.  Esta es una definición exacta y aceptada universalmente por los economistas.  Lo único que tenemos que hacer es aplicar un ajuste estacional a las cifras del PIB y veremos cómo el PIB del tercer trimestre del año pasado fue mayor al dl segundo trimestre.  Por lo tanto, la recesión terminó a partir del tercer trimestre de 1995 (por si no se habían dado cuenta).

Para la mayoría, esto es muy difícil de creer, dado que las cifras del PIB, como estamos acostumbrados, nos dicen que el tercer trimestre del año pasado hubo una caída de 9.5 por ciento, muy lejos de algo que suene como recuperación.  Lo que parece que nos están diciendo las autoridades, es que si manipulamos las cifras lo suficiente, podemos encontrar algo positivo.

Tercero, nos dicen que veamos otras cifras como el desempleo.  En agosto del año pasado tuvimos una tasa de desempleo de 7.6 por ciento.  Ya para diciembre esta tasa disminuyó al 5.2 por ciento, lo que indica que la economía está creando una cantidad impresionante de empleos.  Sin embargo, esto ya lo hemos analizado antes.  Es más bien indicativo de un gigantesco desempleo disfrazado y una habilidad muy buena de la mayoría de la población para adaptarse a situaciones adversas.

Para los empresarios, la respuesta es muy confusa y dispersa.  Por un lado, algunos nunca vieron la recesión, como los afortunados que exportan.  Para otros, la recuperación se empieza a ver a través de un modesto incremento en sus ventas.  Sin embargo, para otros, las cosas están igual de mal o peor.  Aquí juegan un papel interesante los líderes del sector privado, que más bien parecen funcionarios públicos diciendo que ya llegó la recuperación.  Parece que nos quieren convencer de que nuestra miseria es únicamente una ilusión.

Sin embargo, para la mayoría de la población y especialmente a nivel familiar, la respuesta es un NO rotundo.  Para esta gente el PIB es un concepto muy obscuro, y lo más probable es que ni siquiera lo han escuchado.  Estos definen la recuperación simplemente en términos de su poder adquisitivo.

Primero, ven el desempleo abierto, el desempleo disfrazado y el subempleo por todos lados.  Seguramente conocen muchos amigos, primos, hermanos y compadres que perdieron su empleo y como consecuencia, su poder adquisitivo.  Dado que apenas conservan su propio empleo y escuchan al jefe hablar todo el tiempo de lo mal que están las cosas, ni se atreven a pedir un aumento.  No se tienen ahorros ni activos para respaldarlos durante estos tiempos.  Sus pocos amigos que encontraron una chamba, ganan ahora menos que antes.

Después ven directamente su propio poder adquisitivo.  Sus salarios compran mucho menos hoy en día que en 1994.  Saben que el aumento que les va a tocar va a ser menor que el aumento en los precios, lo que significa que van a poder comprar menos en 1996 que en 1995.  Cuando el gobierno les habla de recuperación, simplemente les dan una mirada de no entiendo lo que me dicen.

En México, la mayoría no hablamos de recesión, sino de crisis.  La crisis es un concepto mucho más amplio, que incluye entre otras cosas, la caída continua en el poder adquisitivo, las devaluaciones recurrentes y una falta de consideración permanente para las clases bajas.  En este sentido, se puede hablar de una crisis continua desde 1976, dado que este fue el año pico del poder adquisitivo del salario mínimo. Para alguien que gana el salario mínimo, su poder de compra ha registrado una caída libre desde entonces.

La clase media mexicana tiene un salario medio que se considera muy por debajo del nivel de pobreza en los Estados Unidos.  Salinas nos prometió el primer mundo y le creímos.  Adquirimos hipotecas, préstamos de automóviles y aspiramos a un mejor nivel de vida.  Como resultado, no solamente tenemos una gran pérdida en nuestro poder adquisitivo, sino una deuda imposible de cubrir.  Para esta gente, la gran mayoría de la población, es simplemente un insulto hablar de recuperación.

Así es que cuando escuchen hablar de recuperación, recuerden que es una recuperación para pocos y una recuperación del PIB.  Pero como lo dijo Paul Samuelson, el hombre no puede vivir únicamente del PIB.


Comentarios, observaciones y críticas al Email: heath@infosel.net.mx


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